Las exportaciones textiles y de la confección de México a Estados Unidos registraron un crecimiento de 2.9% interanual en el primer trimestre de 2021, a 650 millones de dólares.

Después de tener una caída de 2% anual en 2020, a 2,510 millones de dólares, estas ventas externas de México mostraron, por tanto, un cambio de tendencia al comienzo del año en curso.

Al interior de las exportaciones textiles y de la confección de México en el primer trimestre de 2021, las correspondientes a ropa sumaron 191 millones de dólares, un avance de 3.7 por ciento.

En cuento al resto de las ventas externas (no de ropa), estas fueron por 459 millones de dólares, un crecimiento de 2.6% interanual.

Como parte de esta última subdivisión, las exportaciones de hilos cayeron 16%, a 83 millones de dólares.

A su vez, las exportaciones de telas subieron 18.5%, a 175 millones de dólares.

Por último, las ventas de los demás artículos textiles confeccionados (colchas, toallas, bolsos, etcétera) totalizaron 200 millones de dólares, sin cambio porcentual anual, de acuerdo con datos del Departamento de Comercio de Estados Unidos.

Exportaciones de textiles y de la confección

La industria mundial de la confección se caracteriza por las tendencias de la moda y las preferencias de los consumidores en constante cambio, incluido el cambio cada vez mayor hacia la participación de la marca digital y la comunicación en las redes sociales, y por la rápida replicación de nuevos productos por parte de los competidores.

Además, según Levi Strauss & Co., la industria de la confección también se ve afectada por los cambios en las preferencias de los consumidores con respecto a las categorías de gasto en general, incluidos los cambios desde el gasto tradicional del consumidor hacia el gasto “experimental” y los productos sostenibles.

Las empresas del sector enfrentan una variedad de desafíos competitivos en la industria de la confección global, y la competencia ha aumentado a lo largo de los años debido a factores como:

• La expansión internacional y una mayor presencia de tiendas especializadas integradas verticalmente.
• Expansión al comercio electrónico por parte de competidores nuevos y existentes.
• La proliferación de marcas privadas y marcas exclusivas ofrecidas por grandes almacenes, cadenas de tiendas y minoristas de canales masivos.
• La introducción de líneas de jeans, ropa deportiva y ropa informal por parte de empresas de ropa deportiva reconocidas y exitosas.

Transición de las empresas de indumentaria que tradicionalmente dependían de los canales de distribución mayorista a su propia red de distribución minorista.