Ferrari, una compañía de automóviles deportivos con sede en Maranello, Italia, aumento 10.1% sus ingresos en 2019, a 3,766 millones de euros.
Por el contrario, sus ganancias netas se redujeron 11.2%, a 699 millones de euros.
En un inicio, Ferrari se fundó en 1929 por el piloto de autos de competición, Enzo Ferrari, con el nombre de Scuderia Ferrari, construyendo automóviles de competición y, más tarde, en 1947, fabricando autos deportivos.
Dentro del mercado de artículos de lujo, Ferrari define su mercado objetivo para autos de alto rendimiento como autos de dos puertas propulsados por motores que producen más de 500 hp y se venden a un precio minorista superior a 150,000 euros (IVA incluido).
Históricamente, el mercado de automóviles de alto rendimiento ha seguido patrones de crecimiento relativamente cercanos en el mercado de lujo más amplio.
De acuerdo con la empresa, el mercado de automóviles de alto rendimiento generalmente se ve afectado por las condiciones macroeconómicas mundiales y, aunque Ferrari y algunos otros fabricantes han demostrado ser relativamente resistentes, las crisis generales pueden tener un impacto desproporcionado en las ventas de bienes de lujo a la luz de la naturaleza discrecional del gasto de los consumidores en este mercado.
Además, debido a la naturaleza emocional de la decisión de compra, pueden afectar las ventas la confianza económica y los factores tales como las expectativas con respecto a los flujos de ingresos futuros, así como la aceptabilidad social de los bienes de lujo.
Ferrari y la economía
Después de la fuerte recesión de 2008-2009, el mercado de automóviles de alto rendimiento ha sido resistente a nuevas crisis económicas y al estancamiento en la economía en general, también como resultado del aumento de los lanzamientos de nuevos productos.
Un período sostenido de creación de riqueza en varios países asiáticos y, en menor medida, en las Américas, ha llevado a una población en expansión de consumidores potenciales de bienes de lujo.
El desarrollo de las preferencias de los consumidores en los mercados asiáticos, donde los nuevos ricos están adoptando cada vez más las marcas occidentales de productos de lujo, también ha llevado a una mayor demanda de automóviles en su segmento, todos producidos por fabricantes europeos establecidos.
A su vez, el cambio demográfico de clientes está impulsando una evolución hacia autos de alto rendimiento de lujo más adecuados para un uso urbano y diario.
Además, el creciente apetito de compradores adinerados más jóvenes por automóviles de alto rendimiento ha llevado a nuevos participantes, lo que a su vez ha generado mayores ventas en general en el mercado.