Internet ha generado un antes y un después en muchas industrias. Desde el cine hasta el comercio minorista, es difícil encontrar un sector de la economía que, durante los últimos treinta años, no se haya transformado enormemente. Y la industria financiera, por supuesto, no es la excepción.
Las protagonistas de este cambio son las fintechs (contracción de financial technology), empresas especializadas en tecnología financiera. Estas empresas utilizan los últimos hallazgos en tecnología para brindar opciones financieras alternativas, más accesibles que las ofrecidas por los bancos tradicionales. En Latinoamérica, México es uno de los países protagonistas de este cambio. Por eso, en este artículo veremos cómo funcionan estos nuevos proveedores de servicios de finanzas personales.
¿Qué es una fintech?
El universo de las fintech no es homogéneo. Como en el resto de la industria financiera, encontramos distintas empresas especializadas en servicios particulares; en este caso, lo que las une no es tanto su campo de acción como los medios tecnológicos que utilizan. Por eso podemos encontrar fintechs vinculadas a actividades tan diversas como la inversión en bolsa, los préstamos personales o la compra y venta de criptomonedas y aún así considerarlas parte del mismo grupo.
A su vez, más allá de sus herramientas, las fintechs también se caracterizan por pertenecer al universo de las startups. Son, por lo menos al principio, empresas pequeñas e innovadoras. Su objetivo es reducir la fricción característica de las operaciones financieras tradicionales, para de esta manera volverlas accesibles al gran público. Para eso, en la mayoría de los casos, es más fácil recurrir a una empresa flexible y especializada que a un banco internacional de gran escala.
Fintechs en México
Latinoamérica es una de las regiones donde las fintech han proliferado con mayor facilidad. Esto se debe a una serie de factores. Por un lado, es una región de baja bancarización, lo que implica que hay una gran cantidad de personas que no tiene acceso a los servicios ofrecidos por los grandes jugadores de la industria financiera. Eso significa que hay un gran mercado: millones de clientes potenciales que podrían beneficiarse con estos servicios y que no lo están haciendo.
Por el otro, la pandemia del COVID-19 obligó a muchas personas, por una razón o por otra, a bancarizarse, y también impulsó todo tipo de transacciones digitales. En este contexto, muchos han preferido la comodidad de las fintech, que permiten abrir una cuenta desde el teléfono, con solo un par de clics, antes que el papeleo burocrático de los bancos.
Por eso no sorprende que México sea sede de muchas empresas de este tipo. En el campo de las finanza personales —es decir, de la administración del dinero de un individuo—, podemos nombrar las siguientes:
- Coru. Esta empresa se especializa en la comparación de productos. Bajo el slogan “tu coach financiero”, ofrece la posibilidad de contactar con un experto, que ayuda a sus clientes a analizar y diagnosticar su situación financiera personal y luego aconseja qué medidas tomar.
- kubo.financiero. Dedicada principalmente a los préstamos personales y a las inversiones de pequeña escala, esta fintech es la primera financiera regulada 100 % digital de México.
- Kueski. A diferencia de otras fintech, Kueski ofrece un único producto: micropréstamos personales de acceso rápido. Su único requisito es un breve formulario online, que puede ser rellenado desde un smartphone.
- Stori. Esta compañía —perteneciente al grupo de los “unicornios” mexicanos— se dedica a proveer a sus clientes con tarjetas de débito de línea MasterCard. Su aporte es haber simplificado muchísimo el proceso de adquisición: para crear una cuenta en Stori, no hacen falta más que un par de documentos y una selfie.
Fintechs y score crediticio: cálculos tradicionales y alternativos
Las fintech han simplificado muchísimo el acceso a los servicios financieros. De pronto, un cliente puede acceder a productos como los préstamos personales con tan solo un par de clics. Sin embargo, eso puede despertar una pregunta: ¿cómo lo hacen?
De alguna forma, las fintech deben estimar el riesgo de esa operación. No es posible otorgar préstamos a todas las personas que los soliciten, porque hay algunas que no estarán en condiciones de pagarlos. Los bancos, para evitar ese problema, recurren al score crediticio, que estima la capacidad de pago de un potencial cliente. Las fintech hacen lo mismo, solo que, en muchos casos, lo calculan de forma diferente.
Cálculo tradicional
El cálculo tradicional del score crediticio, al que históricamente recurren los bancos, se basa en unos pocos ejes fundamentales. El principal suele ser el registro de ingresos en cuenta, pero generalmente también incluyen un rastro de deuda, el pago de distintos servicios y un desglose de los consumos en tarjeta de crédito. Por eso, para mantener un score crediticio saludable, lo ideal es mantener las deudas en el mínimo, tener ingresos demostrables, pagar las cuentas a tiempo y evitar las refinanciaciones en la tarjeta.
Este proceso es confiable, pero tiene algunos inconvenientes. Por un lado, es directamente inaccesible para personas no bancarizadas o con economías parcialmente informales. Por el otro, suele ser lento y tedioso, porque requiere varias entrevistas presenciales y bastante documentación oficial.
Cálculo alternativo
En general, las fintech usan un sistema de cálculo alternativo. Es posible ver más detalles sobre este tema en la guía de Seon sobre el score crediticio, pero el principio es el siguiente: además de usar algunos documentos financieros tradicionales, las fintech recurren al análisis de la huella digital de sus usuarios. De esa forma, pueden obtener un perfil bastante completo del cliente, que les permite determinar si otorgarle un préstamo es riesgoso o no.
A su vez, la dificultad está en determinar si esa huella digital contiene datos verdaderos o falsos, o si el cliente tiene rasgos o conductas compatibles con actitudes fraudulentas. Para eso sirven los servicios de gestión de fraude, que se especializan en prevenir, detectar y mitigar este tipo de situaciones.
La revolución financiera
La aparición de la fintechs ha causado una verdadera revolución en el mundo de las finanzas. Su uso de las nuevas tecnologías ha ampliado muchísimo el acceso a servicios financieros. Herramientas como el cálculo alternativo de score crediticio y los sistemas de gestión de fraude, que se apoyan en técnicas como el análisis estadístico de datos y el machine learning, han sido fundamentales en este proceso. De esta forma, combinando todas estas estrategias, este nuevo sector ha crecido muy rápidamente en México y Latinoamérica.