El Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectó que el volumen del comercio mundial de bienes y servicios crecerá 2.3% en 2016, un dinamismo menor frente al que había estimado en julio, de 2.7 por ciento.
El organismo calculó que este mismo indicador tendrá un alza de 3.8% en 2017, lo que implica 0.1 puntos porcentuales frente a su cálculo de julio.
Según el FMI, la reacción en contra del comercio mundial que parece estar produciéndose en las economías avanzadas plantea, desde el punto de vista de las autoridades, una necesidad apremiante de centrar el diálogo en los beneficios de la integración y de asegurarse de que los más afectados por los costos del ajuste en un sistema de comercio internacional abierto cuenten con el debido respaldo de iniciativas sociales bien focalizadas.
El ritmo decreciente de las nuevas reformas del comercio internacional en los últimos años, sumado a la multiplicación de medidas proteccionistas, parece haber contribuido en parte a la desaceleración del comercio a escala mundial. De cara al futuro, agregó, conviene reavivar el proceso de liberalización del comercio internacional para promover su expansión y estimular la productividad.
Desde la perspectiva de este organismo, existe un margen sustancial para reducir aún más los costos del comercio internacional mediante el recorte de los aranceles que aún sean elevados, la ratificación y plena implementación de los compromisos asumidos en el marco del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio y el establecimiento de una trayectoria que dé seguimiento a la agenda comercial tras la Ronda de Doha.
La próxima generación de reformas del comercio internacional tendría que centrarse en los ámbitos más relevantes para la economía mundial contemporánea, como la reducción de las barreras al comercio electrónico y al comercio de servicios, la mejora de la cooperación en materia regulatoria y el aprovechamiento de las complementariedades entre la inversión y el comercio internacional.
El FMI dijo que las reformas deberían ir acompañadas de medidas encaminadas a mitigar los costos que recaigan en los perjudicados. En particular, en ciertos casos podrían jugar un papel importante los programas específicos de asistencia para el ajuste a los efectos del comercio internacional, así como un respaldo eficaz para el reentrenamiento, la adquisición de aptitudes y la movilidad ocupacional y geográfica.