El presidente de Francia, Emmanuel Macron, propuso este miércoles que la Unión Europea, China, Estados Unidos y Japón inicien negociaciones para reformar a la Organización Mundial de Comercio (OMC).
La OMC es el foro comercial más importante a nivel mundial, siendo la única institución que se ocupa de las normas que rigen el comercio internacional entre los países, mediante un marco multilateral de disciplinas que establecen los principios de la liberalización, así como las flexibilidades permitidas.
“Propongo una negociación sobre la OMC entre la Unión Europea, Estados Unidos, China y Japón, que luego se extenderá al Grupo de los 20 (G20) y a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”, dijo Macron.
La OMC proporciona a sus gobiernos Miembros un foro para negociar normas aplicables al comercio mundial. Cuando los países han tenido que hacer frente a obstáculos al comercio y han querido que se reduzcan, las negociaciones han contribuido a abrir los mercados al comercio.
Las negociaciones en la OMC son dirigidas directa y exclusivamente por los gobiernos Miembros. La OMC nació de negociaciones y todo lo que hace es el resultado de negociaciones entre sus Miembros. El objetivo es reducir los obstáculos al comercio para beneficiar a los productores, exportadores, importadores y consumidores.
Al inaugurar en Paris la conferencia anual de la OCDE, Macron sugirió que se establezca un “mapa de rutas” sobre el proceso negociador para la reforma a la OMC en la cumbre del G20 que tendrá lugar entre el 30 de noviembre y el 1 de diciembre en Buenos Aires, Argentina.
Su mensaje fue emitido en un marco en el que la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, parece estar adoptando un enfoque escéptico respecto del sistema de solución de diferencias de la OMC en particular.
El gobierno de Trump ha bloqueado el nombramiento de los panelistas del Órgano de Apelación, lo que pone en peligro la capacidad del Órgano de Apelación de escuchar los casos. El representante comercial estadounidense, Robert Lighthizer, ha pedido cambios sistémicos en este cuerpo; pero, hasta el momento, Estados Unidos no ha hecho propuestas específicas.
Algunos miembros del Congreso estadounidense han identificado deficiencias percibidas de solución de controversias en los acuerdos comerciales en los que Estados Unidos son parte. Éstas están relacionadas con cuestiones sobre si la Representación Comercial de la Casa Blanca debe llevar más casos a la solución de controversias, si los panelistas han interpretado los acuerdos de manera demasiado amplia, y si los procedimientos se completan de manera oportuna.
Los Miembros de la OMC no pueden plantear en el marco del sistema de solución de diferencias de la OMC diferencias relativas a derechos y obligaciones comprendidas en disposiciones ajenas a los acuerdos abarcados.
Normalmente, se plantea una diferencia cuando un Miembro de la OMC adopta una medida que, a juicio de otro Miembro, es incompatible con las obligaciones establecidas en el Acuerdo sobre la OMC o anula o menoscaba ventajas que de él resulten.
«De lo que estamos hablando es de una actualización completa de las reglas que estructuran la competencia internacional. La competencia internacional ha cambiado demasiado en los últimos 25 años para hacer de estas reglas una base adecuada.
“Las nuevas reglas deben responder a los desafíos contemporáneos del comercio mundial: subsidios públicos masivos que distorsionan los mercados mundiales, la propiedad intelectual, los derechos sociales, la protección del clima”, dijo Macron.
El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, dijo que deben cambiarse no sólo las reglas, sino también la “mentalidad» de los directivos de la OMC.
“Si nos fijamos en un informe anual típico de la OMC, página tras página se queja de que hay más acciones de comercio de lo que solía haber y siempre ellos etiquetan eso de proteccionista. Aparentemente, nunca se les ocurre que la razón por la cual hay más acciones comerciales es (porque) hay más infracciones comerciales”, dijo Ross.