Rocío Nahle García, quien ha sido nombrada como secretaria de Energía para el próximo gobierno de México, afirmó que la administración del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), planea invertir inicialmente 38,000 millones de pesos para la rehabilitación de las refinerías de México.
“No vamos a necesitar más que del mismo presupuesto que se tiene ya en Pemex, lo vamos a redireccionar”, dijo.
La subsidiaria Pemex Transformación Industrial recibió una partida del presupuesto de casi 38,000 millones de pesos para 2018.
“Ese mismo presupuesto lo vamos a utilizar para rehabilitar las seis refinerías, vamos a dejar de comprar computadoras y aires acondicionados y todas esas cosas y meternos a un programa intenso de mantenimiento correctivo”, dijo.
A pesar de que México se ubica entre los grandes exportadores petroleros a nivel mundial, es un importador neto de productos refinados del petróleo, porque no tiene suficiente capacidad de refinación para satisfacer su demanda interna, ni se ha hecho las nuevas inversiones necesarias para procesar crudos pesados como el Maya.
México cuenta con seis refinerías con una capacidad total de 1.54 millones de barriles por día, pero en los últimos años ha operado por debajo de su capacidad debido a contratiempos operativos.
Los seis centros refinadores de Pemex: Tula, Madero, Salina Cruz, Cadereyta, Minatitlán y Salamanca, operaron con un promedio diario de 648,099 barriles diarios de enero a mayo de 2018.
Hace unas dos décadas, muchas de las refinerías del Golfo de México se reconfiguraron para procesar crudo pesado por la abundancia de petróleo Maya procedente de Cantarell. Hoy día, gran parte de la capacidad de refinación Costa del Golfo de Estados Unidos sigue procesando crudos pesados, que requieren tecnologías más sofisticadas y costosas frente a las que poseen actualmente las refinerías mexicanas.
Consecuentemente, México exporta su crudo pesado a las refinerías de Estados Unidos en la costa del Golfo, las cuales luego envían productos refinados de vuelta a México, con una previsible tendencia en aumento de estos últimos suministros. Pemex opera todas las refinerías en México y posee el 50% de las acciones de una refinería en Texas.