Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, puso en duda que se pueda lograr un nuevo acuerdo sobre las exportaciones de azúcar originaria de México al mercado de Estados Unidos.
“Se está negociando impedir que se cierre el mercado estadounidense. Si no lo logro, analizaremos las condiciones del mercado y los instrumentos que existen para enfrentar la situación”, dijo.
Con una clara señal de presión negociadora, el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amagó con imponer cuotas de hasta 44% a las importaciones de azúcar originaria de México, si los gobiernos de ambos países no llegan a un acuerdo como fecha límite el 5 de junio.
“Quiero decir que no ha habido ultimátum en la conversación; nunca he tenido ultimátum, exploramos las soluciones y tenemos que tomar un acuerdo que considere todos los elementos de interés”, agregó Guajardo.
A finales de 2014, los dos países llegaron a un “acuerdo de suspensión”, ante el riesgo de que el gobierno estadounidense pudiera fijar cuotas compensatorias a las importaciones de azúcar mexicana, tras haber iniciado investigaciones por dumping y subsidios.
Los derechos compensatorios y antidumping suspendidos oscilan de 5.78 a 43.93% y de 40.48 a 42.14%, respectivamente.
«El diálogo continúa, nadie puede garantizar que tengamos en la mano un acuerdo, hemos trabajado mucho para tenerlo, hemos acercado posiciones, pero todavía no podemos decir que lo tenemos. Esta negociación sigue», comentó Guajardo, luego de su participación en el evento ABA Antitrust in The Americas, en la Ciudad de México.
La inconformidad de Estados Unidos radica en que la floreciente industria de los “melt houses”, que convierten el azúcar granulada en líquida (usada en bebidas, helados y productos horneados), están comprando más azúcar mexicana sin refinar, quitando una porción de esta proveeduría a plantas refinadoras.
Aun cuando todavía no está cerrado el acuerdo bilateral, México aceptó exportar menos azúcar refinada a Estados Unidos, como parte de la renegociación de los acuerdos de suspensión.
Actualmente, estos acuerdos obligan a que del total de azúcar exportada por México a su vecino del norte, 47% sea cruda y 53% sea refinada (con mayor valor agregado).
Cuando inició la mesa de negociación, los estadounidenses demandaron que del azúcar enviada por México sólo 5% fuera refinada y el resto cruda. La contraoferta de México, fue una porción de 40% refinada y 60% cruda.