La guerra comercial entre China y los Estados Unidos no solo están afectando el comercio exterior de ambos países, sino también el de otras economías, especialmente en dos de las tres grandes “fábricas” mundiales: Europa y Asia, destaca un informe de la Cepal.
En la primera, las exportaciones siderúrgicas, de productos metálicos, maquinaria y equipos y de las industrias automotriz y química han tenido fuertes caídas durante el primer semestre de 2019.
Alemania, Austria, Chequia, España, Hungría, Italia y Polonia, entre otros países, sufrieron caídas simultáneas de sus exportaciones e importaciones en ese período.
Ello refleja la dinámica de las cadenas de valor, ya que -por ejemplo- la caída de las exportaciones automotrices de Alemania arrastra los envíos de los países de Europa Central y Oriental que la abastecen de autopartes y componentes.
También se observa una fuerte desaceleración del comercio en varias economías de la denominada “fábrica Asia”, que están sufriendo el efecto del estancamiento de las exportaciones de China y la consiguiente desaceleración de sus importaciones de insumos.
La desaceleración de las importaciones de bienes de China, los Estados Unidos y la Unión Europea entre enero de 2018 y junio de 2019 se ha concentrado sobre todo en las categorías de bienes intermedios y de capital.
Dado que se trata de dos categorías estrechamente vinculadas con el comportamiento de la inversión, esta tendencia podría tener un impacto negativo en el crecimiento mundial más allá de 2019.
En contraste, las compras de bienes de consumo muestran una mayor resiliencia y estarían siendo menos afectadas hasta ahora por los efectos de las tensiones comerciales.
Guerra comercial
El agravamiento de las tensiones comerciales se ha traducido en que desde fines de 2018 se haya exacerbado la desaceleración del comercio mundial. Entre enero y junio de 2019, su volumen cayó un 0.1% respecto del primer semestre de 2018. Este estancamiento ha venido acompañado de una caída de los precios de alrededor del 3 por ciento.