La guerra comercial entre Estados Unidos y China genera oportunidades para los exportadores agrícolas de Sudamérica, destacó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
China ha aumentado sus aranceles a un amplio conjunto de productos estadounidenses. En particular, las considerables alzas introducidas a los productos agrícolas y agropecuarios (carnes, soja, jugo de naranja y vino, entre otros) abren oportunidades a los países de la región -principalmente sudamericanos- que tienen una oferta similar.
Además de los grandes exportadores agrícolas como Argentina y Brasil, se encuentran en una posición particularmente ventajosa los tres países que tienen tratados de libre comercio vigentes con China (Chile, Costa Rica y Perú).
Estados Unidos enfrenta represalias de 33 países en respuesta a los aranceles que impuso a sus importaciones de acero y aluminio y por la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 sobre las prácticas del gobierno de China con respecto a la transferencia de tecnología y la propiedad intelectual.
Se trata de los 28 miembros de la Unión Europea, México, Turquía, Canadá, Rusia y China.
Paralelamente, varios socios han elevado sus aranceles a los productos estadounidenses en respuesta a las sobretasas introducidas por este país a las importaciones de acero y aluminio.
En todos esos mercados, el encarecimiento de los productos estadounidenses afectados también abre nichos para expandir las exportaciones regionales.
Guerra comercial y oportunidades
Por ejemplo, en la Unión Europea, las sobretasas aplicadas a los Estados Unidos a cereales y productos alimenticios, productos químicos, vehículos y autopartes podrían incentivar el aumento de los envíos desde los países de la región que poseen una oferta competitiva en algunos de esos rubros.
En el mercado del Canadá, en tanto, podrían verse favorecidas las exportaciones regionales de productos textiles, insecticidas, fungicidas, productos de papel, carne, licores y otras bebidas alcohólicas, entre otros.
Varios países de la región tienen acuerdos comerciales vigentes con la Unión Europea y Canadá, por lo que sus productos tienen acceso preferencial a esos mercados.