Las empresas HNA, Haier, Anbang, Apex Technology y Wanda lideraron las inversiones de empresas chinas en Estados Unidos en el 2016, de acuerdo con un análisis del Congreso estadounidense.
Los sectores inmobiliario y de hostelería representaron la mayor proporción de inversión china en Estados Unidos durante 2016 (37%), seguido por el sector de transporte e infraestructura (13%) y productos de consumo y servicios (12 por ciento).
El aumento en las transacciones de Inversión Extranjera Directa (IED) china de mayor valor podría haber sido facilitado por regulaciones chinas más flexibles.
En octubre de 2014, el Ministerio de Comercio de China suspendió un proceso de aprobación de transacciones de inversión saliente por más de 100 millones de dólares. El proceso de aprobación fue reemplazado por un simple requisito de notificación, reduciendo significativamente el tiempo necesario para completar grandes transacciones de inversión extranjera.
Esto permitió acuerdos de varios billones de dólares de inversión china tanto en América del Norte como en Europa, con el valor medio de transacción más que duplicado en cada región y la transacción única más grande -la adquisición de Tencent del fabricante de videojuegos finlandés Supercell por 7,400 millones de dólares, casi igual al valor total de todas las transacciones de inversión chinas en los Estados Unidos en 2012 (7,600 millones de dólares).
Thomas Giles, presidente del grupo EMEA-China de Baker McKenzie, declaró que el alto valor de estos acuerdos los hace más propensos a la cancelación, señalando que «los trámites de ese tamaño y complejidad son siempre más desafiantes desde una perspectiva reguladora independientemente de la nacionalidad de la comprador».
Además, las autoridades chinas, preocupadas por importantes salidas de capital -que alcanzaron más de 400,000 millones de dólares el año pasado- introdujeron varias medidas para controlar el flujo de dinero fuera del país, lo que complicó los acuerdos de inversión extranjera.
Por ejemplo, a principios de 2016, la Administración Estatal de Cambio de Divisas (SAFE), regulador de divisas de China, pidió a los bancos chinos reducir las transacciones de divisas y convocó a los banqueros chinos a sus oficinas cuando grandes sumas de renminbi chino fueron convertidas en divisas para transacciones internacionales.
Estas restricciones pueden haber frenado la inversión extranjera china. Al menos, las adquisiciones chinas disminuyeron significativamente en el segundo trimestre de 2016 después de que estas nuevas reglas entraron en vigor.