A partir de junio de 2021, el escenario de recuperación de referencia de IATA es que los pasajeros de 2021 se recuperarán a 52% de los niveles anteriores a Covid-19.

Luego, los pasajeros de 2022 a 88% y, finalmente, los pasajeros de 2023 al 105 por ciento.

Sin embargo, la forma exacta de recuperación depende de la eficacia y la velocidad del lanzamiento de la vacuna.

Los viajes internacionales podrían permanecer muy por debajo de los niveles anteriores a Covid-19 durante algún tiempo, particularmente con la rápida propagación de la variante Delta.

Así pues, la IATA espera que el tráfico se recupere más lentamente que el PIB, con un retraso de aproximadamente 2 a 3 años.

Los vuelos domésticos de corta distancia probablemente serán los primeros en recuperarse, con el tráfico internacional rezagado.

Dado que las fronteras permanecen cerradas, no se espera que el tráfico internacional se recupere hasta más tarde.

Los datos de reservas de la IATA indican que existe una demanda reprimida de viajes de placer, pero los viajes de negocios, en particular el componente internacional, probablemente tardarán más en recuperarse

IATA

De acuerdo con American Airlines, el impacto económico global resultante de la pandemia ha impactado dramáticamente a la industria de la aviación.

Desde la recesión en febrero de 2020, la industria en general ha tardado en recuperarse, y el tráfico general de pasajeros disminuyó en casi 66% en 2020, medido por los ingresos por kilómetro de pasajeros (RPK).

A pesar del lanzamiento de las vacunas Covid-19 de Pfizer-BioNTech, Moderna, Oxford-AstraZeneca y otros, la industria aún enfrenta una recuperación desafiante.

Las aerolíneas de todo el mundo han visto cómo sus posiciones financieras se han deteriorado drásticamente.

En efecto, los ingresos de pasajeros para la industria cayeron más de 60% durante 2020, mientras que las pérdidas netas superaron los 118,000 millones de dólares.

Como las aerolíneas enfrentaron niveles sustanciales de quema de efectivo, muchas aerolíneas se vieron obligadas a cesar sus operaciones o declararse en quiebra, incluidas Flybe, Virgin Australia, LATAM y Avianca.

Los transportistas que sobrevivieron generalmente lo hicieron a través de una combinación de deuda, reducciones de costos de emergencia y apoyo gubernamental.

En general, la industria de las aerolíneas acumuló 651,000 millones de dólares en nueva deuda durante 2020, lo que presentará desafíos en el futuro.

Si bien muchas aerolíneas han podido reducir su tasa de quema de efectivo, aún se desconoce la forma completa de la recuperación.

Ya que la demanda sigue deprimida, es probable que otras aerolíneas se enfrenten a reestructuraciones sin más ayuda gubernamental, según American Airlines.