México alcanzó un nuevo máximo histórico en su captación de Inversión Extranjera Directa (IED), con 29,041 millones de dólares en el primer semestre de 2023.
La ubicación geográfica estratégica de México, su conectividad, su mano de obra calificada y su diversa base de producción industrial, así como sus limitadas barreras a la inversión, han atraído una importante IED en los sectores manufacturero, minorista, de servicios financieros y de comunicaciones, entre otros.
Además, según Vesta, la implementación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) agrava los factores internos que apoyan a México como beneficiario de la diversificación de la cadena de suministro manufacturera.
En 2022, México se ubicó entre las 15 economías más grandes del mundo y la segunda economía más grande de América Latina en términos de PIB.
En particular, el comercio se ha convertido en un componente material de la economía, con un aumento de las importaciones y exportaciones de 28% del PIB en 1993, antes de la implementación del TLCAN, que fue sustituido por el T-MEC, a 78% del PIB en 2022, según el Banco Mundial y el INEGI.
IED en México
Estados Unidos es el mayor socio comercial de México, con alrededor del 82% de las exportaciones mexicanas a la economía estadounidense.
Según el Banco Mundial, México es el 11º fabricante mundial en términos de valor a partir de 2021. De acuerdo con el INEGI, el sector manufacturero representó 19% del PIB a partir de 2022.
Del total de los flujos de IED a México en la primera mitad del año en curso, 57% llegó al sector manufacturero, 78% correspondió a reinversión de utilidades y 43% tuvo como origen a Estados Unidos.
En general, la actividad comercial de Estados Unidos con México ha aumentado significativamente desde la década de 2000 debido a los tratados comerciales suscritos entre ambos países, así como a la cooperación norteamericana y a patrones comerciales como la relocalización (nearshoring).
Según el Índice BCG de Competitividad Global de los Costos de Fabricación, que hace un seguimiento de los cambios en los salarios relativos de las fábricas, el crecimiento de la productividad, los tipos de cambio de divisas y los costes energéticos, México y otros países de la región del Sudeste Asiático, como Tailandia, Malasia e Indonesia, ofrecen los costos de fabricación más competitivos del mundo.