La Organización Mundial de Comercio (OMC) identifica un vínculo directo entre las ventajas en materia logística de un país y su participación en las cadenas globales de valor.
Para participar en una cadena global de valor es mejor ser un país costero que uno en el corazón de un continente (por ejemplo, Corea vs Mongolia), según un reporte del Banco de Pagos Internacionales.
En este sentido, Rusia, a pesar de poseer el territorio más grande, se encuentra en una posición desventajosa ya que tiene acceso a los mares predominantemente del norte, lejos de las principales rutas comerciales. Esto explica en parte el bajo indicador de rendimiento logístico de Rusia.
Otro factor es ubicación cerca de los centros comerciales más grandes: China, Europa y Estados Unidos.
Por lo tanto, la presencia de grandes vecinos aumenta considerablemente las posibilidades de un país de participación activa en las cadenas de valor mundiales.
Por ejemplo, los Estados Unidos cumplen esa función para México, al igual que China para Nueva Zelanda o Rusia. La ventaja de Rusia radica en su proximidad a dos grandes centros comerciales: Europa y China. Esto determina la orientación principal de los flujos comerciales del país.
Recursos y salarios
Una tercera arista está en tener un excedente de ciertos recursos. Con respecto a la mano de obra, por ejemplo, un papel clave no es el de los bajos salarios en sí mismos, sino los costos laborales unitarios (ULC), es decir, los salarios con productividad tomados en cuenta.
La baja productividad laboral en la mayoría de los países africanos, junto con los salarios relativamente altos (los grandes países africanos padecen la “enfermedad holandesa”) es un obstáculo importante para su inclusión en las cadenas globales de valor, añade el reporte del Banco de Pagos Internacionales
Para Rusia, un factor de abundancia similar son los recursos naturales, en particular el gas y el petróleo. Esto determina la naturaleza de la participación del país en las cadenas globales de valor.
Finalmente, está el entorno institucional (la apertura de la economía, las normas de protección empresarial) y la accesibilidad de la financiación comercial. Estos factores son especialmente importantes para la formación de cadenas complejas, en las que los bienes componentes cruzan las fronteras muchas veces. Las cifras relevantes para la mayoría de las economías emergentes tienen margen de mejora.
Por lo tanto, el crecimiento del comercio mundial depende principalmente de una mayor participación de los países en cadenas de valor largas (complejas).