Como parte del impacto mundial de Covid-19, la economía del Planeta de contrajo 3.4% en 2020 y afectó a todos los indicadores relacionados con la aviación civil.
Por un lado, el tráfico de pasajeros aéreos registró una reducción interanual de 60% (tanto internacionales como nacionales), según la OACI.
En un año marcado por la pandemia de Covid-19, la economía mundial se contrajo cuando los gobiernos impusieron restricciones para detener la propagación de la enfermedad.
Así, el PIB mundial tuvo la desaceleración más grave desde la Segunda Guerra Mundial, después de crecer 2.9% en 2019.
Estos desarrollos se encontraron con un apoyo fiscal y monetario sin precedentes.
Otro impacto mundial de Covid-19, de acuerdo con la ACI, fue una pérdida estimada de aproximadamente 64.6% del tráfico de pasajeros y 66.3% o más de 125,000 millones de dólares ingresos aeroportuarios en 2020 en comparación con los negocios habituales.
Además, hubo una disminución de 65,9% de los ingresos por pasajeros-kilómetros (RPK, tanto internacionales como nacionales) en 2020 en comparación con 2019, indican datos de la IATA.
Estadísticas de la OMT muestran que se registró una disminución en los ingresos por turismo internacional de 1.3 billones en 2020, en comparación con los 1.5 billones generados en 2019.
Impacto mundial de Covid-19
La OMC informó que hubo una caída del volumen del comercio mundial de mercancías en 5.3% en 2020 en comparación con 2019.
El Covid-19, una enfermedad causada por una nueva cepa de coronavirus, se ha extendido a nivel mundial, y la Organización Mundial de la Salud declaró el brote como una pandemia el 13 de marzo de 2020.
Asimismo, la pandemia ha causado importantes efectos económicos y trastornos financieros en todo el mundo.
Impacto mundial de Covid-19 ha evolucionado rápidamente y, a medida que la pandemia se ha extendido, muchos países han instituido cuarentenas, restricciones a los viajes, reglas de “distanciamiento social”, restricciones a negocios “no esenciales” y/o interrupción de proyectos de construcción.
El estallido de la pandemia ha afectado gravemente las actividades económicas mundiales y ha provocado una volatilidad significativa y una presión negativa en los mercados financieros.