Estados Unidos tiene el objetivo de negociar acuerdos comerciales para hacer frente a la amenaza de menoscabo de la seguridad nacional por las importaciones de automóviles, de acuerdo con un informe de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
El 23 de mayo de 2018, el Departamento de Comercio de Estados Unidos inició una investigación en virtud del artículo 232 sobre las importaciones de automóviles para determinar si las importaciones de automóviles, con inclusión de vehículos utilitarios deportivos, furgonetas y camiones ligeros, y partes de automóviles en los Estados Unidos amenazaban menoscabar la seguridad nacional tal como se define en el artículo 232.
El Departamento de Comercio tuvo en cuenta el aumento de la proporción de vehículos de pasajeros importados vendidos en Estados Unidos de 32 a 48% en los 20 años anteriores, y la disminución del empleo en la producción de vehículos automóviles de 22% entre 1990 y 2017.
También consideró la pequeña proporción de I+D que representan los fabricantes estadounidenses de automóviles en los Estados Unidos (20% del total), y el hecho de que los fabricantes estadounidenses de partes de automóviles solo representan 7% de esa rama de producción en los Estados Unidos.
Importaciones de automóviles
En la investigación también se analizó si el descenso de la producción estadounidense de automóviles y partes de automóviles amenaza debilitar la economía interna de los Estados Unidos, incluida la posibilidad de que ello traiga consigo una reducción de la I+D y del número de puestos de trabajo para trabajadores calificados en el sector de las tecnologías de punta.
En su informe publicado en febrero de 2019, el Secretario de Comercio constató que los efectos del exceso de importaciones en la industria nacional del automóvil y sus partes y el desplazamiento de la producción de los Estados Unidos causaban un debilitamiento de la economía interna del país que podría menoscabar la seguridad nacional tal como se define en el artículo 232.
El Departamento de Comercio constató que el elevado nivel de penetración de las importaciones en los tres últimos decenios había debilitado gravemente la industria automovilística de los Estados Unidos, ya que las importaciones habían reducido la producción estadounidense de automóviles y partes de automóviles y se había debilitado la base manufacturera nacional.
En general, la proporción de la inversión mundial en I+D en el sector del automóvil atribuible a los Estados Unidos había disminuido considerablemente y era una fracción de la correspondiente a los competidores extranjeros.
Investigación y desarrollo
Un nuevo descenso de los volúmenes de producción nacional debilitaría aún más la contribución de los Estados Unidos a la I+D en el sector del automóvil y obstaculizaría la capacidad de la industria para invertir en el desarrollo de las tecnologías necesarias para mantener al país a la vanguardia en capacidades militares.
El Secretario de Comercio llegó a la conclusión de que las cantidades y circunstancias en que se realizan actualmente las importaciones de automóviles y determinadas partes de automóviles estaban debilitando la economía interna de los Estados Unidos y amenazaban menoscabar la seguridad nacional tal como se define en el artículo 232, y recomendó negociar un acuerdo o imponer aranceles de hasta el 35 por ciento.
El Presidente se mostró de acuerdo con las conclusiones del Secretario y pidió a la Representación Comercial (USTR) que siguiera negociando acuerdos para hacer frente a la amenaza de menoscabo de la seguridad nacional.