El Indicador IMEF Manufacturero registró en marzo una caída de 3.8 puntos y se ubicó en 50.2 unidades en su serie desestacionalizada. Así, el Indicador se mantuvo en zona de expansión (>50) por segundo mes consecutivo, luego de revisarse a la baja su cifra de enero y ubicarse esta última por debajo del umbral.
El Indicador IMEF varía en un intervalo de 0 a 100 puntos y el nivel de 50 puntos representa el umbral entre una expansión (mayor a 50) y una contracción (menor a 50), de la actividad económica. En principio, cuando el índice se encuentra por encima del umbral, un aumento se interpreta como señal de una expansión futura más rápida; cuando el índice se encuentra por debajo del umbral, un incremento se interpreta como señal de una contracción futura más lenta.
No obstante, el indicador no proporciona información específica sobre la magnitud de los cambios esperados.
A su vez, durante marzo, el Indicador IMEF No Manufacturero aumentó 0.3 puntos para quedar en 51.2 unidades. Así, este indicador se situó en zona de expansión (>50) por cuarto mes consecutivo.
Punto de inflexión
En suma, el IMEF indicó que México frenó en el primer semestre del año su desaceleración en el sector manufacturero, aunque con un comportamiento débil.
«Las cifras de Indicador IMEF sugieren que, durante el primer trimestre del año, el sector no manufacturero registró un ritmo de expansión ligeramente mayor al del último trimestre el año pasado, si bien este sigue siendo débil», dijo.
El IMEF dijo que la desaceleración de la economía de Estados Unidos parece ser generalizada. “Tanto la actividad industrial como el consumo muestran signos de debilitamiento y, en menor medida, también el empleo. En este contexto, existe preocupación por las dificultades de su relación comercial con China, el complejo entorno geopolítico y los riesgos crecientes de una recesión en ese país”, comentó.
Otras observaciones del IMEF
La inflación en el país vecino del norte, por su parte, no es causa de preocupación, y se espera que se estabilice alrededor de la meta de 2% para 2020.
Sin embargo, las perspectivas de una mayor debilidad económica en la economía más grande del planeta han llevado a los mercados a esperar que la Reservar Federal haga una pausa en su proceso de normalización de su política monetaria durante el resto del año. Esto ha tenido efectos sobre los mercados financieros internacionales, en particular sobre los de las economías emergentes, cuyos activos se han apreciado.
En cuanto a la economía nacional, destaca que las señales de debilitamiento se han vuelto más evidentes. El sistema de indicadores cíclicos que publica el INEGI muestra que el indicador coincidente, que refleja la actividad económica actual a través de un conjunto de indicadores económicos y financieros, continuó con su tendencia negativa al inicio de 2019.
Mientras tanto, el indicador adelantado, que trata de anticipar la dirección de la actividad económica en el futuro cercano, continúa con la tendencia lateral que inició desde mediados de 2017, por lo que no anticipa alguna recuperación en el corto plazo.
Actividad económica
El Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que es una estimación mensual del PIB, registró en enero un crecimiento mensual de 0.2% en la serie ajustada por estacionalidad. Si bien esta cifra contrasta positivamente con la caída que sufrió el mismo indicador en diciembre pasado (-0.4%), el resultado fue ligeramente inferior al que esperaban algunos analistas.
Al interior de sus componentes, destaca el crecimiento de la actividad industrial de 0.6%. Este nivel se explica principalmente por el fuerte crecimiento que registró la construcción en enero, el cual ascendió a 2.9%, ya que las manufacturas lo hicieron solo en 0.2%. Sin embargo, es de esperar que el repunte de la construcción haya sido transitorio y no que augure un cambio de tendencia de la actividad económica.