La industria manufacturera representó 11% del Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos en 2022, de acuerdo con datos de la Oficina de Análisis Económico (BEA).
Con datos ajustados por estacionalidad, la industria manufacturera pasó de 2 billones 497,000 millones de dólares en 2021 a 2 billones 794,000 millones en 2022.
La contribución de las manufacturas al PIB de los Estados Unidos ha seguido disminuyendo. Esta tendencia, así como con el correspondiente descenso del empleo en el sector manufacturero, está bien documentada desde principios del decenio de 20001, y explica algunas de las decisiones políticas recientes adoptadas por las autoridades estadounidenses.
De acuerdo con la Casa Blanca, la industria manufacturera es uno de los mayores sectores de la economía estadounidense.
Si bien se mantuvo relativamente constante entre 1960 y 1990, el empleo en el sector manufacturero comenzó a disminuir a finales de la década de 1990.
Luego, en la década de 2000 a 2010, un tercio de los trabajadores del sector manufacturero estadounidense (casi 6 millones de personas) perdieron su empleo.
Menos de 2 millones de esos empleos se han recuperado.
Sin embargo, cabe destacar que el empleo en el sector manufacturero llegó a estar en 2022 por encima de su máximo de 2020, la primera vez desde 1978 que ha superado su máximo del ciclo económico anterior.
La pandemia mundial de Covid-19 puso de manifiesto la fragilidad de las cadenas de suministro del sector manufacturero, provocando una gran escasez de productos clave como suministros médicos, minerales críticos y semiconductores.
Industria manufacturera
Para reforzar la cadena de suministro manufacturera, los pequeños y medianos fabricantes (Pymes) -aquellos que emplean a menos de 500 trabajadores, comprenden 98% del total de fabricantes y representan 43% de los empleados- necesitarán la ayuda del gobierno de Estados Unidos y de sus clientes y proveedores más grandes.
Por lo tanto, la Casa Blanca considera que es imperativo que Estados Unidos desarrolle y aplique estrategias para recuperar el liderazgo estadounidense mediante inversiones en fabricación avanzada.
Además, la base industrial y manufacturera de la nación sustenta las capacidades militares de Estados Unidos utilizando tecnologías avanzadas para asegurar nuestra democracia.
La participación de la industria manufacturera en el PIB de Estados Unidos pasó de 11.4% en 2018 a 11.1% en 2019, y luego cambió de 10.6% en 2020 a 10.7% en 2021.