Las industrias del vestido de México, Estados Unidos y Canadá coincidieron en impulsar la regla de origen llamada de hilo en adelante, para reducir los insumos de otras partes del mundo, informó Samuel Gershevich, presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive).
De acuerdo con la regla de origen de hilo en adelante, para que un producto textil o del vestido pueda recibir el arancel preferencial del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tiene que utilizar hilos y telas de este subcontinente. Con esta regla, se promueven las cadenas de suministro regionales.
“Las tres industrias están de acuerdo en la regla de origen de hilo en adelante”, comentó Gershevich, quien forma parte del llamado Cuarto de Junto de las negociaciones para actualizar el TLCAN, un mecanismo creado para el diálogo directo entre la Secretaría de Economía y los sectores productivos nacionales.
Los tres países aplican actualmente la regla de origen de hilo en adelante, que opera desde que el TLCAN entró en operación en 1994.
Durante las negociaciones del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP, por su sigla en inglés), a diferencia de las empresas productoras, las organizaciones comerciales que representan a las compañías de ropa y minoristas de Estados Unidos apoyaron en general la eliminación inmediata de los aranceles textiles y de prendas de vestir, oponiéndose a la regla de origen de hilo en adelante, la cual consideraron como demasiado restrictiva.
En la práctica, por ejemplo, la regla establece que, si una prenda de vestir se fabricó en México con hilo originario de China, no se puede exportar a Estados Unidos con arancel cero.
“Tenemos con esta regla desde hace 23 años, entonces de alguna forma no podemos cambiarla porque si nos quitan lo de hilo en adelante, nos podría afectar, podrían jugar a importar otras cosas y eso provoca que pueda haber trampas”, dijo Gershevich.
Mientras Estados Unidos continúa produciendo ciertos hilados y telas, algunos de los cuales se usan en la producción de prendas de vestir en el extranjero, casi todas las prendas vendidas en el mercado estadounidense son importadas y la mayoría de las empresas de ropa con sede en Estados Unidos depende de cadenas de suministro globales extensas.
Como resultado de esta dinámica, la industria textil estadounidense apoyó en general las reducciones paulatinas de las tarifas de textiles y prendas de vestir en la negociación del TPP, pero sólo si los productos importados se ensamblan utilizando hilados producidos en uno o varios integrantes de este bloque de 12 países, cuyo tratado no entró en vigor por la salida de Estados Unidos.
En México, según la Secretaría de Economía, la industria del vestido es intensiva en mano de obra y tiene experiencia productiva y exportadora centrada principalmente en productos básicos, debido a que pocas empresas han incursionado en diseño y moda.
La industria del vestido tiene fuerte presencia de pequeñas y medianas empresas y un gran impacto en el empleo manufacturero. Las recientes medidas para combatir la subvaluación le han permitido mayor dinámica productiva.
“El candado de la regla de origen de hilo en adelante está fuerte y ése es el que nos tienen que cuidar”, concluyó Gershevich.