Faltan sólo 15 días para que concluyan las exenciones que Estados Unidos otorgó a 34 países a los aranceles globales cobrados a las importaciones de acero y aluminio, lo cual está ligado, para el caso de México y Canadá, al resultado del avance de las negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
De no otorgarse esta exención, Canadá sería, por mucho, el más afectado en la región de América del Norte.
La exclusión actual de Canadá y México de las tarifas de la Sección 232 es económicamente significativa, ya que los dos países representaron respectivamente 17.9 y 8.6% de las importaciones de acero y 40.5% y 1.5 de las importaciones de aluminio de Estados Unidos.
En 2017, las importaciones estadounidenses de productos de acero y aluminio cubiertos por las tarifas de la Sección 232 ascendieron a 29,000 millones y 17,400 millones de dólares, respectivamente. Durante la última década, las importaciones de acero, por valor, han fluctuado significativamente, mientras que las importaciones de aluminio han aumentado constantemente.
En general, se esperaría que los aranceles beneficiaran a las industrias nacionales de acero y aluminio, lo que conduciría a una posible expansión de la producción en esos sectores; al mismo tiempo, afectaría potencial y negativamente a los consumidores y las industrias domésticas posteriores (por ejemplo, fabricación y construcción) a través de mayores costos.
En 2017, excluyendo a Canadá y México, los tres principales proveedores externos de acero del mercado estadounidense en 2017 fueron la Unión Europea, Corea del Sur y Brasil y los tres mayores abastecedores de aluminio fueron China, Rusia y Emiratos Árabes Unidos.
En el caso de los dos vecinos de Estados Unidos, la prolongación de la exención dependería sobre todo del resultado de las negociaciones en curso del TLCAN.
A partir del 23 de marzo, el gobierno del presidente Donald Trump aplica aranceles del 25% y del 10%, respectivamente, sobre ciertas importaciones de acero y aluminio de todos los países, con ciertas excepciones.
Los cambios en los aranceles afectan la actividad económica directamente al influir en el precio de los bienes importados e indirectamente en los tipos de cambio y los ingresos reales.
Se espera que el precio de los productos de acero y aluminio importados probablemente aumente. La magnitud del alza de los precios dependerá de una serie de factores que incluyen el nivel de excepciones actuales y potenciales de países y productos, y la capacidad de los productores extranjeros para bajar sus propios precios y absorber una parte del aumento de tarifas, que determina la medida en que los aranceles se «transfieren» a las industrias y consumidores intermedios.
La sensibilidad de los consumidores y las empresas intermedias al aumento de los precios dependerá en gran medida del grado en que los productos de acero y aluminio producidos internamente o en países excluidos sean sustitutos suficientes de los productos que enfrentan las tarifas.