La integración económica latinoamericana comenzó antes que la de África, pero no ha habido una sola organización regional como la Organización para la Unidad Africana (OUA) y la Unión Africana (UA) para planificar y coordinar la práctica de integración.

Si bien el nivel de integración económica en las dos regiones principales es relativamente bajo y ninguno excede el alcance de la zona de libre comercio y la unión aduanera, el grado de integración económica en América Latina es generalmente más alto que en África, indica un análisis del Instituto de Estudios Internacionales de China (CIIS).

Para el CIIS, existe un gran número de instituciones integradas y sus fenómenos de superposición son graves, lo que no conduce a la mejor asignación de recursos integrados.

De hecho, desde su perspectiva, el pensamiento y la práctica de integración de África a nivel continental son obviamente más fuertes que América Latina, y es más fuerte que América Latina en la dirección de la integración.

De cara al futuro, el CIIS considera que es difícil lograr grandes avances en la integración de América Latina, mientras la integración de África seguirá avanzando en medio de vueltas y revueltas.

Integración económica

La política de industrialización temprana por sustitución de importaciones promovió objetivamente el desarrollo de industrias nacionales en varios países.

Por ejemplo, el Mercado Común Centroamericano estimuló el desarrollo de industrias regionales al eliminar aranceles internos y barreras comerciales e implementar aranceles uniformes al mundo exterior, logrando el objetivo de «sustitución de importaciones» por bienes de consumo no duraderos fabricados en el lugar.

En segundo lugar, si bien América Latina aún no ha constituido una organización de integración económica influyente a nivel regional, las organizaciones de integración económica subregional representadas por la Comunidad del Caribe (CARICOM), el Mercosur y la Alianza del Pacífico han tenido un desempeño sobresaliente y han logrado resultados notables.

Pero el actual proceso de integración latinoamericana se ha visto severamente frustrado por las diferencias ideológicas entre los Estados miembros, y apenas se mantiene, según CIIS, la organización de integración que representa la Alianza del Pacífico, lo que demuestra una vez más que la cooperación económica es la fuente del poder de integración.