La inteligencia artificial se requiere para alimentar a 10,000 millones de personas que se proyectan vivieran en el planeta en 2050, destacó la Conferencia de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
“La aplicación de las mejores prácticas de la inteligencia artificial en el contexto de la agricultura puede ayudar a superar la brecha digital y, al mismo tiempo, hacer frente a la inseguridad alimentaria”, dijo en un comunicado emitido este jueves.
“La FAO, IBM y Microsoft centran la atención en formas concretas y sostenibles en que se puede utilizar la inteligencia artificial en consonancia con los principios éticos respaldados por el Papa Francisco”, añadió.
La inteligencia artificial es la inteligencia llevada a cabo por máquinas. En ciencias de la computación, una máquina “inteligente” ideal es un agente flexible que percibe su entorno y lleva a cabo acciones que maximicen sus posibilidades de éxito en algún objetivo o tarea.
«La transformación de nuestros sistemas alimentarios requiere soluciones innovadoras para garantizar la seguridad alimentaria y la nutrición para todos», dijo el director general de la FAO, QU Dongyu.
Inteligencia artificial
En un acto organizado este jueves junto con la Pontificia Academia para la Vida, la FAO, IBM y Microsoft reafirmaron el compromiso de desarrollar formas de inteligencia artificial que sean inclusivas y promuevan formas sostenibles de lograr la seguridad alimentaria y nutricional.
La finalidad del acto en línea IA, alimentos para todos. Diálogo y experiencias es reforzar y potenciar el Llamamiento de Roma para la ética de la Inteligencia Artificial respaldado por el Papa Francisco y firmado conjuntamente por la FAO, IBM y Microsoft en una conferencia organizada por la Academia en febrero.
Población mundial
Los debates que se mantuvieron este jueves se centraron también en formas concretas en que la Inteligencia Artificial puede contribuir a alcanzar el objetivo de alimentar a una población mundial que se estima que ascenderá a 10,000 millones de personas para 2050, salvaguardando al mismo tiempo los recursos naturales y abordando dificultades tales como el cambio climático y las repercusiones de perturbaciones como la enfermedad por coronavirus (Covid-19).
También se presentaron ejemplos de mejores prácticas en el uso de la IA y la tecnología digital en la agricultura que están disponibles en la forma de bienes públicos digitales de libre acceso.
«La implementación de tecnologías claramente de origen occidental en la producción y elaboración de alimentos repercute en gran medida en las culturas alimentarias de las poblaciones de la Tierra. Debemos alimentar a todas las personas, pero no necesariamente todas deben comer lo mismo», afirmó el arzobispo Vincenzo Paglia, presidente de la Pontificia Academia para la Vida.
“La protección de la diversidad biológica (humana, de las plantas y de los animales) debe ocupar el centro de nuestra atención y debe guiar todo el proceso, desde las fases de diseño (‘ética por diseño’) hasta la forma en que se proponen y difunden en diferentes contextos sociales y culturales», añadió.
Avances tecnológicos
La inteligencia artificial puede desempeñar una importante función en la transformación de los sistemas alimentarios y contribuir a abordar la inseguridad alimentaria y nutricional.
En los sectores agrícolas, puede cumplir esta función de diversas maneras, por ejemplo optimizando o incluso llevando a cabo algunas actividades humanas, como plantar y cosechar, aumentando de ese modo la productividad, mejorando las condiciones de trabajo -reduciendo la cantidad de tiempo y esfuerzo- y usando los recursos naturales más eficientemente, mediante una mejor gestión de los conocimientos y planificación, entre otras cosas.
En particular, a medida que la tecnología de la ciberagricultura avanza rápidamente, la IA está comenzando a aplicarse en tres áreas agrícolas principales: la robótica agrícola, el seguimiento del suelo y los cultivos, y el análisis predictivo.
En un contexto de cambio climático, crecimiento demográfico y agotamiento de los recursos naturales, el progreso logrado en estas áreas puede contribuir en gran medida a la conservación de los suelos y del agua, que cada vez adquiere mayor relevancia para lograr la seguridad alimentaria en forma sostenible.
Desafíos
En relación con estos principios, y en el contexto del uso de la IA en la agricultura, los asociados y cosignatarios del Llamamiento de Roma reconocen que es necesario proteger los derechos de los agricultores y los conocimientos que poseen, en especial de aquellos de los países en desarrollo. También es necesario superar la brecha digital: hoy en día, 6 000 millones de personas no tienen conexión de banda ancha, 4 000 millones no tienen Internet, 2 000 millones no tienen teléfonos móviles y 400 millones no tienen señal digital; asimismo, existen grandes diferencias en el acceso a los recursos entre los hombres y las mujeres y las personas jóvenes y ancianas.