Perú tiene un régimen de inversión abierto y un marco legal que generalmente promueve y protege la Inversión Extranjera Directa (IED). 

Después de registrar llegadas de IED por 11,656 millones de dólares en 2022, Perú captó 5,007 millones en los tres primeros trimestres de 2023.

En los años recientes, esta nación tuvo flujos de entrada negativos de IED por 417 millones de dólares en 2020 y un máximo de 13,622 millones en 2012.

La base de este régimen de inversión abierta se estableció en 1991 mediante la Ley de Promoción de la Inversión Extranjera y la Ley Marco de Crecimiento de la Inversión Privada, según enmendada. 

Ahora bien, en abril de 2002, el gobierno creó Proinversión, una agencia que promueve y facilita la inversión privada en el país.

Las funciones específicas de ProInversión incluyen la identificación y promoción de oportunidades de inversión, la elaboración de estudios de viabilidad, la organización de procesos de licitación y la facilitación del diálogo entre los inversionistas y el gobierno. 

También la agencia trabaja en la mejora del clima de inversión y en la simplificación de los procedimientos para atraer inversiones de manera eficiente.

Inversión Extranjera Directa 

En 2022, la captación de estos flujos aumentó como consecuencia de mayores reinversiones de utilidades (debido a menores distribuciones de dividendos como resultado de menores ganancias anuales) y aportes de capital (principalmente los de Newmont Corporation para aumentar su participación accionaria en Minera Yanacocha).

Las inversiones mineras disminuyeron por la ausencia de nuevos grandes proyectos en este sector, así como por el inicio de operaciones de Quellaveco. 

Minería

La inversión en sectores no mineros fue impulsada por grandes proyectos de infraestructura como la Terminal Portuaria Fase 1 de Chancay, la Línea 2 del Metro de Lima y la Autopista del Sol Trujillo-Sullana, entre otros. 

A nivel de empresas, se destacan las siguientes inversiones: el aumento de la inversión anual de Yanacocha en 254 millones de dólares, destinados principalmente a su concesión Acumulación Chaquicocha; el aumento de la inversión de Minsur por 85 millones de dólares, dirigidos sobre todo a equipos mineros; y Cerro Verde incrementó sus inversiones en 61 millones de dólares, para infraestructura, una planta de procesamiento y equipos mineros.