El mercado mundial de la agricultura de interior (excluyendo el cannabis) se valoró en 114,000 millones de dólares en 2019 y se prevé que alcance los 139,000 millones de dólares en 2025.
Con ello, la tasa compuesta anual de crecimiento sería de 3.4%, según un análisis realizado por Research and Markets.
La demanda de agricultura de interior ha estado creciendo a un ritmo rápido en todo el mundo y presenta importantes oportunidades.
Según la empresa Agrify Corporation, hay una variedad de factores que ha creado este gran cambio hacia la agricultura de interior, incluidas las condiciones climáticas impredecibles, el aumento de la urbanización y el uso de pesticidas.
Además, los cultivos que se realizan en instalaciones interiores generalmente atraen los precios más altos del mercado, ya que la capacidad de controlar las variables ambientales tiende a conducir a una producción de mayor calidad.
Al mismo tiempo, las innovaciones tecnológicas dentro de la industria agrícola en general están permitiendo la expansión del sector.
Agricultura de interior
De acuerdo con el Informe de tecnología de cultivo interior de MarketsandMarkets, el mercado de tecnología de cultivo interior se valoró en 31,000 millones de dólares en 2019, y se prevé que alcance los 53,000 millones de dólares en 2025, lo que representa una tasa compuesta anual del 9.65 por ciento.
Las granjas de interior cultivan una amplia variedad de cultivos que incluyen verduras de hoja verde, tomates, cannabis, cáñamo, flores, hierbas y microvegetales.
Estos atributos ayudan a compensar el hecho de que puede resultar costoso operar una instalación interior.
Incluso con esta dinámica, Agrify Corporation considera que su combinación de productos y soluciones puede reducir significativamente los gastos operativos de sus clientes con el tiempo.
Una de las mayores ventajas de la agricultura de interior es su mayor previsibilidad y potencial de rendimiento en comparación con la agricultura convencional.
Al trabajar con instalaciones cerradas y controladas, los agricultores ya no tienen que lidiar con las duras condiciones ambientales, por lo que pueden cultivar un cultivo desde la semilla hasta la cosecha en menos tiempo, obtener mayores rendimientos en cada ciclo y repetir la cosecha más veces en un año determinado.