La Alianza Pacífico debe integrase con Brasil y Argentina, como parte de una serie de acuerdos que muestren una clara decisión del bloque de mantener una creciente apertura con otros países, declaró Ildefonso Guajardo, secretario de Economía de México.

Guajardo dijo que el siguiente paso para Alianza Pacífico es cómo elegir a la nueva membresía y cómo pactar distintos acuerdos con otras naciones.

“No podemos quedarnos estáticamente frente a un mundo que tiene dudas sobre los siguientes pasos de la integración, definiendo cómo estos cuatro países establecen requisitos imposibles de cumplir”, comentó al participar en el II Encuentro de Integración Iberoamericana y la Alianza del Pacífico, celebrado en la Ciudad de México y organizado por la Fundación Iberoamericana Empresarial (FIE) y el Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior, Inversión y Tecnología (Comce),

El funcionario expuso que para el contexto latinoamericano, la Alianza Pacífico debe tener claro que una relación estratégica con otras dos grandes economías latinoamericanas (Brasil y Argentina) es fundamental en una integración del mercado americano.

“No estoy diciendo que hoy los líderes de Alianza estén analizando la incorporación de Brasil o Argentina. Lo que estoy diciendo es que tenemos que darle un enfoque a la integración de valor para ver cómo la Alianza se asocia, justamente, con estas dos grandes economía del Mercosur; al mismo tiempo de la relación que se ha abierto con Asia, para ver de qué manera la Alianza puede determinar el futuro de la relación comercial con Asia”, dijo.

La Alianza Pacífico es una iniciativa que tiene como objetivo la conformación de un área de integración profunda para la libre circulación de bienes, servicios, capitales y personas entre México, Colombia, Chile y Perú, quienes ya cuentan entre sí con Tratados de Libre Comercio (TLC) bilaterales.

Las cadenas globales de valor han incrementado la interdependencia entre los países o regiones, en donde los crecientes flujos de importaciones de insumos intermedios implican que las economías nacionales carecen de la capacidad, por sí solas, de producir bienes y servicios exportables al resto del mundo, especializándose en algunas actividades o etapas productivas.