La consultoría McKinsey estimó que los bajos sueldos en México conllevarán a un impacto menos intenso de la automatización en el país latinoamericano: del total de 68 millones de personas que formarán la fuerza laboral mexicana en el 2030, unos 9 millones se verán desplazadas.
“México tiene una población joven y una fuerza laboral que está creciendo. El nivel de los sueldos puede disminuir la implementación de la automatización en el país”, dijo.
Esta cantidad de desplazados forma parte de la proyección de que entre 400 y 800 millones de personas en todo el mundo se verán afectadas por la automatización y tendrán que encontrar una nueva ocupación desde hoy hasta el 2030, según un informe realizado por McKinsey Global Institute.
Las tecnologías de automatización, incluida la inteligencia artificial y la robótica, generarán beneficios significativos para los usuarios, las empresas y las economías, lo que elevará la productividad y el crecimiento económico.
El grado en que estas tecnologías desplacen a los trabajadores dependerá del ritmo de su desarrollo y adopción, del crecimiento económico y del crecimiento de la demanda de trabajo.
Aun cuando causa disminuciones en algunas ocupaciones, la automatización cambiará muchas más: el 60% de las ocupaciones tienen al menos el 30% de las actividades de trabajo constitutivas que podrían automatizarse. También creará nuevas ocupaciones que no existen hoy en día, al igual que lo hicieron las tecnologías del pasado.
El impacto de las nuevas tecnologías en la vida de los trabajadores será sentido sobre todo en las economías más desarrolladas. De acuerdo con el informe, hasta un tercio de la fuerza laboral en Estados Unidos y Alemania tendrá que aprender nuevas habilidades y encontrar otra ocupación. En Japón, el porcentaje de afectados podrá llegar casi a la mitad de los trabajadores.
Si bien la mitad de todas las actividades laborales a nivel mundial tienen el potencial técnico de ser automatizadas adaptando las tecnologías actualmente demostradas, la proporción de trabajo realmente desplazado para 2030 probablemente será menor, debido a factores técnicos, económicos y sociales que afectan la adopción.
Los escenarios de McKinsey en 46 países sugieren que entre casi cero y un tercio de las actividades laborales podrían ser desplazadas para 2030, con un punto medio del 15 por ciento.
La proporción varía ampliamente entre los países, y las economías avanzadas se ven más afectadas por la automatización que las que están en vías de desarrollo, lo que refleja mayores tasas salariales y, por lo tanto, incentivos económicos para la automatización.