Las autoridades portuarias siguen siendo la única excepción a los acuerdos de cooperación de gran alcance, al menos en términos relativos, frente a otros actores económicos en la cadena de suministro, destacó la Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
“Una mayor consolidación de las autoridades portuarias será inevitable en el futuro, dada la búsqueda de economías de escala y alcance, pero también debido a presiones ambientales y sociales”, dijo en un reciente reporte.
En general, casi todos los segmentos de la cadena de suministro global buscan racionalizar sus operaciones mediante fusiones o alianzas estratégicas. Esto incluye líneas de envío, operadores de terminales y expedidores.
La tierra es un bien escaso y, por lo tanto, la competencia por el uso de la tierra es “muy alta”, según la UNCTAD. Influido en parte por ello, han comenzado a surgir ejemplos de consolidación a nivel de las autoridades portuarias.
Los puertos belgas de Gante y Zelanda se fusionaron en el puerto del Mar del Norte en 2017 con otras fusiones recientes, incluidas las de Hamina y Kotka en Finlandia, y las empresas portuarias estatales de Ningbo y Zhoushan en China.
También se llegó a un acuerdo de cooperación de gran alcance, en oposición a una fusión, entre los puertos de Seattle y Tacoma en los Estados Unidos; se unió a las dos operaciones de carga marítima. Estos son ejemplos de cooperación de abajo hacia arriba.
En contraste, la reciente reforma del sistema portuario italiano, que redujo el número de autoridades portuarias de 25 a 14, es un caso de arriba hacia abajo.
El dinamismo en Asia
A corto plazo, el impacto de las barreras arancelarias, la ruptura de las normas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la agitación política en el comercio mundial no deben subestimarse en términos de su influencia en la industria marítima dentro de 50 años.
No obstante, el continuo crecimiento exponencial en el comercio intraasiático y los intercambios entre Asia y el subcontinente indio, así como la expansión de los intereses chinos en todos los continentes con su ambiciosa visión Iniciativa del Cinturón y Ruta de la Seda, transformarán el mapa geopolítico para la segunda mitad de este siglo.
El crecimiento de la población en estas regiones volverá a trazar las principales rutas comerciales marítimas.
Por ejemplo, de los 1,030 millones de personas que viven en África, el 50% tiene menos de 20 años y el 40% vive en ciudades. Para 2020, 504 millones de africanos formarán la fuerza laboral del continente.
Ya China ha dejado su marca en el continente con sus inversiones en infraestructura en los puertos de África y las conexiones con el interior del país, junto con la negociación de acuerdos comerciales favorables que han dado como resultado un fuerte aumento posterior del comercio entre China y el continente africano.
