Según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), una reducción drástica del plástico evitable, innecesario y problemático es crucial para hacer frente a la crisis mundial de contaminación.
Mientras que la OCDE ha pedido que se limite la demanda, las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina de Estados Unidos (NAS) han sugerido un tope nacional a la producción de plástico virgen.
En todo el mundo se reconoce cada vez más que el ritmo actual de expansión de la producción de plástico virgen es insostenible, que las mejoras del reciclado son insuficientes por sí solas y que es fundamental reducir la demanda absoluta, sobre todo de plásticos de un solo uso (SUP, por su sigla en inglés) y plástico virgen.
Desde la perspectiva de Exxon Mobil Corporation, los compromisos en línea con estas recomendaciones pueden tener un impacto significativo en la demanda de sus productos.
Gobiernos de todo el mundo están empezando a promulgar prohibiciones estrictas de plásticos de un solo uso y a reducir el uso de envases de plástico.
El año pasado, la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente aprobó un proceso para crear el primer tratado mundial sobre plásticos legalmente vinculante para 2024.
En Estados Unidos, los gobiernos estatales también están empezando a exigir reducciones en el uso de envases vírgenes y SUP.
Por ejemplo, en 2022, California aprobó la primera ley estadounidense que obliga a recortar específicamente el uso de envases de plástico: 25% en 10 años.
Crisis mundial de contaminación
Además, importantes marcas de consumo, algunas de las cuales son probablemente usuarias de los productos de resina de ExxonMobil, también reclaman que se reduzca la producción de ciertos tipos de plásticos.
La Coalición Empresarial por un Tratado Mundial sobre los Plásticos ha declarado que la principal prioridad de un tratado mundial sobre los plásticos debería ser “la reducción de la producción y el uso de plásticos… centrándose en el plástico virgen procedente de combustibles fósiles”.
Entre los miembros de la coalición se encuentran muchos de los mayores usuarios mundiales de SUP, como Coca-Cola, Nestlé, Mars, PepsiCo, Unilever, Walmart y la empresa petroquímica Borealis.
También esta coalición incluye a inversores con 5.5 billones de dólares en activos bajo gestión, entre ellos ASN Bank, BNP Paribas Asset Management, Fidelity International y Robeco.