La economía mundial puede estar al borde de una nueva crisis, mientras aún se recupera de la pandemia, destacó la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La guerra en Ucrania ha trastocado la frágil recuperación de la pandemia, desencadenando una devastadora crisis humanitaria en Europa, elevando los precios de los alimentos y las materias primas y exacerbando las presiones inflacionarias en todo el mundo.
Al mismo tiempo, las incertidumbres geopolíticas y económicas están frenando la confianza y la inversión empresarial y debilitando aún más las perspectivas económicas a corto plazo.
En este contexto, la ONU proyecta que la economía mundial crezca sólo 3.1% en 2022 y 2023, lo que marca revisiones sustanciales a la baja de 0.9 y 0.4 puntos porcentuales, respectivamente, desde su pronóstico anterior publicado en enero de 2022.
Las perspectivas de referencia se enfrentan a importantes riesgos a la baja derivados de una mayor intensificación de la guerra en Ucrania, nuevas oleadas de la pandemia y un endurecimiento monetario más rápido de lo esperado en las economías desarrolladas.
Las rebajas en las perspectivas de crecimiento son de base amplia. Se pronostica que la economía de Estados Unidos se desacelerará a 2.6% en 2022 debido a las altas presiones inflacionarias, el endurecimiento monetario agresivo de la Reserva Federal y un dólar estadounidense fuerte, lo que empeorará los saldos de exportación netos.
Entre tanto, en China, se prevé que el PIB crezca 4.5%, una revisión a la baja de 0.7 puntos porcentuales, con políticas estrictas de cero Covid-19 que afectan negativamente a las perspectivas de crecimiento.
Por su parte, la economía de la Unión Europea tiene un costo excepcionalmente alto: se prevé que su PIB crezca 2.7 % en 2022, 1.2 puntos porcentuales menos de lo esperado en enero.
Economía mundial
También las perspectivas económicas para la Comunidad de Estados Independientes y Georgia se degradan drásticamente.
La ONU proyecta que la economía de la Federación de Rusia se contraiga alrededor de 10% en 2022, afectada por sanciones comerciales y financieras sin precedentes que entraron en vigor en marzo.
En medio de la destrucción masiva de la infraestructura, el desplazamiento de la población y la interrupción de las actividades económicas, se prevé que la economía de Ucrania se contraiga entre 30 y 50% en 2022.
Las perspectivas para los países en desarrollo se han deteriorado, y se estima que el PIB aumente 4.1% en 2022, esto es 0.4 puntos porcentuales menos que la previsión de enero.
Los precios más altos de la energía y los alimentos, las crecientes presiones inflacionarias y la desaceleración del crecimiento en los Estados Unidos, la Unión Europea y China están debilitando las perspectivas de crecimiento en los países en desarrollo.