Las principales organizaciones automotrices de México, AMIA, INA, ANPACT y AMDA, trazaron una estrategia de preservar e incrementar la producción de autopartes específicas con importancia para el futuro de la manufactura automotriz en América del Norte.
Esto como parte de la negociación del Acuerdo México, Estados Unidos y Canadá (AMEC, o USMCA, por su sigla en inglés).
También buscaron incentivar el retorno de la producción de autopartes y materiales, así como impulsar el desarrollo de nuevas cadenas de suministros regionales para partes incorporadas en vehículos nuevos.
Su estrategia se enfocó a fortalecer la industria de América del Norte, mantener la competitividad regional, difundir las ventajas de la apertura para los consumidores norteamericanos de automóviles y destacar la escasez de mano de obra en Estados Unidos.
En las negociaciones participaron las contrapartes de la Industria Nacional de Autopartes (INA): la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos (MEMA, por su sigla en inglés) y la Asociación de la Industria Manufacturera de Autopartes (APMA, por su sigla en Inglés).
En automóviles estuvieron además la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), el Consejo Estadounidense de Política Automotriz (AAPC, por su sigla en inglés), ALLIANCE, GLOBAL AUTOMEKERS y la Asociación de Manufactureros de Vehículos de Canadá (CVMA, por su sigla en inglés).
Participaron en tractocamiones, la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (ANPACT) y la Asociación Nacional de Manufactureros (NAM, por su sigla en inglés) de Estados Unidos.
Finalmente en comercialización, negociaron la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) Cámara Americana de Comercio (Amcham México).
Las concesiones y la AMIA
En las negociaciones del AMEC, el sector automotriz estuvo en los sectores en los que México hizo las mayores concesiones a Estados Unidos y en el que este último país planteó las mayores peticiones.
México aceptó un elevar de 62.5 a 75% el contenido regional para que un automóvil pueda ser comercializado en la región sin pagar aranceles.
Asimismo, México aceptó la propuesta de Estados Unidos de pedir que 40% del contenido de un automóvil o 45% de una camioneta pick up se fabrique utilizando mano de obra pagada de 16 dólares o más por hora para beneficiarse de las ventajas arancelarias del TLCAN (el cual sería sustituido por el AMEC), un umbral en el que México está bastante lejos de cumplir, con pagos por alrededor de 3.5 dólares la hora.