La gestión de los desechos se ha considerado un pilar esencial de los aspectos de la economía circular y la circularidad relacionados con el comercio internacional.
Entre los factores que favorecen la gestión ambientalmente racional de los desechos figuran: el diseño de los productos (incluida la reducción al mínimo del contenido de productos químicos peligrosos, de la complejidad y de las capas de materiales utilizados); y la transparencia y la rastreabilidad (para garantizar que los operadores de sistemas de gestión de desechos dispongan de información para gestionar de manera segura los desechos y evitar la contaminación de los desechos no peligrosos, manteniendo así el valor de los materiales que podrían reinsertarse en una economía circular gracias al comercio circular).
Además de ello, un informe de la Organización Mundial de Comercio (OMC) refiere que la eliminación ambientalmente racional de los desechos en el país de origen puede prevenir posibles efectos negativos del comercio en el medio ambiente y la salud pública en terceros países.
Si los desechos son objeto de comercio, es importante asegurarse de que se exporten a mercados que dispongan de una infraestructura de gestión de desechos adecuada, incluidos sistemas de recogida y clasificación, instalaciones de reciclado y plantas de tratamiento.
Gestión de los desechos
Entre los problemas a los que pueden enfrentarse los países importadores figuran la composición mixta de los desechos, que hace difícil separar y reciclar los distintos materiales de manera eficaz; las importaciones de desechos no deseados o ilícitos; y los desincentivos que crean las importaciones para la recogida y el tratamiento de los desechos a nivel local.
También la OMC advierte que el tratamiento de desechos puede plantear problemas en el caso de los productos de segunda mano importados cuya calidad y vida útil son insuficientes.
Se ha mencionado que las medidas en frontera para gestionar la eliminación de diferentes tipos de productos, como los desechos, los desperdicios y los productos usados, son necesarias para responder a las preocupaciones ambientales y de salud humana y hacer frente al comercio ilícito de desechos.
Frontera
Por consiguiente, la OMC considera que toda iniciativa encaminada a fortalecer la economía circular debería reconocer plenamente la necesidad de adoptar medidas en frontera apropiadas para la gestión de desechos, en particular para la gestión de desechos peligrosos.
Llegar a un entendimiento común sobre las definiciones y clasificaciones, así como sobre el diseño y la aplicación de estas medidas, puede ser pertinente a la hora de avanzar hacia una economía circular.