Especialmente durante los últimos años, hemos visto cómo la digitalización empresarial se ha convertido en una condición prácticamente imprescindible para que una compañía prospere. En la actualidad, ya no estamos hablando exclusivamente de grandes empresas o conglomerados, sino que esta necesidad afecta a prácticamente cualquier tipo de empresario, desde el más pequeño o local, pasando por las medianas empresas y, por supuesto, también en el caso de las compañías de más alcance.

Lo cierto es que también hemos visto que, según se iba haciendo más presente esta necesidad, las diferentes compañías respondían con celeridad, casi siempre en relación al poder económico del que disponían.

No cabe duda de que existen algunas empresas que siempre han sido más susceptibles de adaptarse rápido y mejor al mundo digital, principalmente porque sus productos o servicios estaban estrechamente ligados a este mundo, pero, como decíamos, durante los últimos años hemos presenciado cómo la práctica totalidad de empresas han tenido que digitalizarse de una manera u otra: desde la digitalización interna, a niveles de gestión y organización, hasta la virtualización de productos o la presencia en internet y redes sociales.

De hecho, también hemos presenciado fenómenos fascinantes, como la virtualización de productos y servicios que antes estaban presentes en el mercado de manera física y que, en la actualidad, sus formatos físicos han sustituido casi por completo.

Un claro ejemplo de ello lo encontramos en los casinos online, que no solo se han convertido en una alternativa mucho más socorrida que los establecimientos físicos que proporcionan este tipo de entretenimiento, sino que se han erigido como uno de los sectores del entretenimiento digital con mayor crecimiento y proyección en el mercado durante los últimos años.

Un claro ejemplo de ello lo encontramos en las tragamonedas de VegasSlotsOnline, donde se ofertan una ingente cantidad de tragamonedas gratuitas (más de 10.000), con todo tipo de temáticas y dinámicas de juego. Viendo esta plataforma, resulta evidente por qué un usuario tiende a elegir la opción digital: comodidad, inmediatez, seguridad, anonimato, cada día una experiencia más realista y entretenida y, por supuesto, un servicio de atención al cliente eficaz. Entre otras cosas, esto ha hecho que los usuarios recurran con mayor frecuencia a la alternativa digital, y también que las plataformas dediquen más cantidad de recursos a optimizar la virtualización de los juegos de casino.

En cualquier caso, el sector de los juegos de casinos es solo un ejemplo de estos procesos de digitalización, tan importantes en el mundo empresarial. Si nos remitimos, por ejemplo, a otros ámbitos del entretenimiento, como la música, vemos cómo los tres meses premium de Spotify que ofrece gratuitamente la empresa, antes de los 115 pesos mensuales que se suelen pagar, han cambiado por completo el paradigma del consumo de música. En la actualidad, la mayoría de usuarios no compran formatos físicos como el CD (Compact Disc o disco compacto), a excepción de algunos coleccionistas que han provocado cierto auge en el mercado de los discos de vinilo. Los vinilos, en cualquier caso, constituyen un mercado muy pequeño, que nada tienen que ver con la mayor parte de música que se consume en el mundo y que, en general, se hace a través de plataformas digitales. Los usuarios, al igual que ocurre con plataformas de vídeo bajo demanda y streaming, prefieren pagar pequeñas cuotas mensuales y tener acceso a una ingente cantidad de productos.

Pero estos cambios no solo han tenido que ver con el sector del entretenimiento y la educación, por ejemplo, se convierte en otro ejemplo digno de referenciar. La oferta educativa de la UNAD (Universidad Abierta y a Distancia de México) deja muy claro cómo ha evolucionado también el entorno académico a través de la digitalización. Las divisiones de Ciencias de la Salud, Biológicas y Ambientales; Ciencias Exactas, Igeniería y Tecnología, y Ciencias Sociales y Administrativas hacen patente hasta qué punto puede la digitalización revolucionar por completo una actividad educativa que, a la vez, también es una actividad empresarial.

En definitiva, estos ejemplos no hacen más que reafirmar la tendencia digitalizadora que vivimos y, lo que es más importante, la necesidad de que la mayor parte de empresas se adapten a estos tiempos que corren. Como decíamos al comienzo de este artículo, este proceso no involucra solo a las grandes empresas, sino que también las pequeñas, las más locales, pueden beneficiarse enormemente de la implementación digital y quizás sean las instituciones quienes tenga que facilitar el tránsito hacia esa digitalización.