La importancia de la logística marítima para el comercio y el desarrollo nunca ha sido tan evidente como en el último año a nivel mundial.
Las tarifas de flete históricamente altas y volátiles, la congestión, los puertos cerrados y las nuevas demandas de transporte marítimo a raíz de la Covid-19 y la guerra de Ucrania han tenido un impacto mensurable en la vida de las personas.
Dado que los buques transportan más de 80% del volumen del comercio mundial, el aumento de los costes de transporte y la disminución de la conectividad marítima provocan un aumento de la inflación, la escasez de alimentos y la interrupción de las cadenas de suministro, características todas ellas de la actual crisis mundial.
Concretamente, la UNCTAD estima que el aumento de los precios de los cereales y de los fletes de los productos secos a granel a principios de 2022 contribuye a un incremento de 1.2% en los precios de los alimentos para el consumidor.
Los buques portacontenedores pasaron 13.7% más de tiempo en los puertos en 2021 en comparación con 2020, lo que agravó los retrasos y la escasez.
Y durante el último año, las emisiones totales de gases de efecto invernadero de la flota mundial aumentaron 4.7 por ciento.
Logística
El Examen del Transporte Marítimo de la UNCTAD ha evaluado y acompañado la evolución del transporte marítimo y los puertos desde 1968.
La experiencia y los amplios conjuntos de datos generados durante las últimas décadas ayudan a la UNCTAD a proporcionar una evaluación completa y exhaustiva de las causas y los impactos de las tendencias que se tratan en el Examen.
Y el mensaje que se desprende de nuestro análisis es claro: el mundo vuelve a necesitar al sector del transporte marítimo para navegar por los agitados mares de las crisis.
La guerra en Ucrania ha interrumpido las principales rutas marítimas y las cadenas de suministro.
También ha desencadenado unos precios récord que podrían empujar a decenas de millones de personas más en todo el mundo al hambre y la pobreza este año, como ha declarado el Grupo de Respuesta a la Crisis Mundial de la ONU.
El transporte marítimo tiene un papel clave para amortiguar el golpe. Es necesario que los precios bajen a niveles asequibles, especialmente para los países en desarrollo, y que el mundo tenga suficientes fertilizantes para alimentarse.