China propuso que la reforma a la Organización Mundial de Comercio (OMC) deberá seguir la práctica de la toma de decisiones por consenso.

Actualmente, los gobiernos Miembros dirigen la OMC. Todas las decisiones importantes son adoptadas por la totalidad de los Miembros, ya sea por sus Ministros (que se reúnen por lo menos una vez cada dos años) o por sus embajadores o delegados (que se reúnen regularmente en Ginebra). Las decisiones se adoptan normalmente por consenso.

A ese respecto, la OMC es diferente de otras organizaciones internacionales, por ejemplo el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En la OMC no se delega la autoridad en una junta de directores ni en el jefe ejecutivo de la Organización.

Pero también esta característica ha dificultado cambios para la reforma interna de la OMC.

China dijo que ha sido un participante activo, un firme partidario y un importante contribuyente en el sistema multilateral de comercio.

“Ha participado de manera integral en todas las áreas de trabajo de la OMC, ha promovido de manera proactiva la liberalización y la facilitación del comercio y la inversión, ha respetado y aplicado plenamente los fallos de solución de controversias y ha participado activamente en los exámenes de las políticas comerciales.

“China no ha escatimado esfuerzos para la integración de los Miembros en desarrollo en el sistema multilateral de comercio”, dijo sobre sí misma China, en un documento enviado a la OMC.

Posicionamiento de China en la OMC

El libro blanco titulado China y la Organización Mundial del Comercio, publicado por el gobierno chino en junio de 2018, ofrece una descripción completa de la posición de China sobre la OMC y el sistema multilateral de comercio, así como las contribuciones positivas de China al desarrollo de la economía y el comercio mundiales.

China dijo que apoya la reforma necesaria de la OMC para superar su crisis existencial, mejorar su autoridad y eficacia y aumentar su relevancia en términos de gobernanza económica global.

Con este fin, China presentó en noviembre de 2018 los siguientes tres principios básicos sobre la reforma de la OMC.

En primer lugar, la reforma deberá preservar los valores fundamentales del sistema multilateral de comercio como la no discriminación y la apertura, con miras a crear un entorno estable y previsible para el comercio internacional.

En segundo lugar, la reforma salvaguardará los intereses de desarrollo de los Miembros en desarrollo.

Particularmente, es imperativo eliminar el déficit de desarrollo en las reglas existentes de la OMC, resolver las dificultades encontradas por los Miembros en desarrollo para su integración en la globalización económica y ayudar a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas.

Tercero, la reforma deberá seguir la práctica de la toma de decisiones por consenso.

Según China, las cuestiones específicas sujetas a reforma, agenda de trabajo y resultados finales deben acordarse después de consultas exhaustivas, sobre la base del respeto mutuo, la amplia participación y los diálogos en pie de igualdad.