La Organización Mundial de Comercio (OMC) no puede remediar las diferencias comerciales entre Estados Unidos y China, afirmó el embajador estadounidense Dennis Shea en una reunión del organismo, en Ginebra, Suiza.
«Dado el rol muy amplio y creciente de China en el comercio internacional, y el grave daño que causa a los socios comerciales de China su enfoque mercantilista en comercio e inversión, este ajuste de cuentas ya no puede posponerse más», dijo.
«Está claro, además, que la OMC actualmente no ofrece todas las herramientas necesarias para remediar esta situación», añadió, en la reunión para la revisión de las políticas comerciales chinas.
El 22 de marzo, la USTR dio a conocer los resultados de una investigación de la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974 sobre las prácticas del gobierno chino con respecto a la transferencia de tecnología y la propiedad intelectual.
El informe detalla cuatro métodos que el gobierno chino usa para avanzar injustamente sus objetivos de política industrial: transferencia forzada de propiedad intelectual o tecnología; restricciones de licencia discriminatorias; adquisición de tecnología y activos coordinados o respaldados por el Estado; y uso de intrusiones cibernéticas para obtener acceso no autorizado a información corporativa confidencial.
Consecuentemente, Estados Unidos impuso aranceles a partir del viernes pasado a productos importados chinos por un valor de 36,000 millones de dólares, a lo que China replicó con medidas equivalentes, comenzando una guerra comercial entre las dos principales potencias económicas del mundo.
Trump informó el pasado jueves que aplicará impuestos a la importación por otros 14,000 millones de dólares a bienes chinos en un par de semanas, para sumar 50,000 millones de dólares.
Adicionalmente, Trump advirtió entonces que si China respondía con represalias a Estados Unidos (lo que ocurrió así) fijaría más aranceles sobre productos importados chinos, primero por 200,000 millones de dólares y luego por otros 300,000 millones de dólares.