La propuesta de México de incrementar de 62.5 a 70% el valor de contenido regional para que un vehículo nuevo se comercialice sin pagar aranceles entre los países de América del Norte propiciaría una mayor integración de América del Norte, opinó Raúl Feliz, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
Las reglas de origen se refieren a los criterios utilizados para determinar el país de origen de un producto importado. De acuerdo con la Organización Mundial de Comercio (OMC), son importantes porque los derechos y restricciones específicos aplicables pueden depender de la fuente real de las importaciones.
México sugirió un contenido de valor regional de 70% en las reglas de origen del sector automotriz para automóviles como parte de la actualización del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Esa tasa es menor a la de 75% pedida por Estados Unidos y es más alta frente a la de 62.5% que está vigente en ese pacto comercial.
“La consecuencia de aprobarse la propuesta de México es que se generaría una mayor integración en la región”, dijo Feliz, quien acotó, sin embargo, que la propuesta estadounidense contiene además disposiciones restrictivas para México, como el componente laboral en las reglas de origen.
Feliz consideró que la iniciativa de elevar la tasa de 62.5 a 70% no implica por sí sola que México no pueda diversificar sus exportaciones, lo que podría hacer, según él, apoyado con otras políticas.
Además, en función de cómo se determinen las normas o el origen, pueden tener repercusiones importantes en las inversiones y las corrientes comerciales.
También las reglas de origen pueden aumentar los costos administrativos de las transacciones comerciales de las empresas (incluido el cumplimiento de los requisitos burocráticos) y además generan costos administrativos y de vigilancia para las autoridades aduaneras nacionales.
“El hecho de que se diera un incremento en el contenido regional en las reglas de origen del TLCAN obligaría a una mayor integración productiva y a que se tuviera una mayor capacidad productiva en los insumos intermedios de la industria automotriz”, dijo José Luis de la Cruz, director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC).
El crecimiento económico mexicano se ha continuado apoyando en gran medida en la demanda interna, así como en la demanda -sobre todo de productos manufacturados- de los Estados Unidos. Un resultado menos dinámico en la economía estadounidense afecta en particular al sector automotriz, pero también a otros sectores de exportación, con efectos negativos consecuentes sobre la formación bruta de capital.
A pesar de su diversidad, las exportaciones del sector manufacturero continúan dependiendo en buena medida de la industria automotriz e industrias vinculadas, aunque en los últimos años se ha venido desarrollando rápidamente la industria aeronáutica.