El plazo ideal para cerrar la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) es enero de 2018, para evitar que se empalme este proceso con las elecciones presidenciales de México, opinó Wilbur Ross, secretario de Comercio de Estados Unidos.
«Sus elecciones son a mitad de año. Cuanto más cerca estemos de ahí más complicado se volverá, particularmente en términos de obtener la aprobación del Congreso mexicano», dijo Ross, en un evento en el Bipartisan Policy Center, un centro de estudios en Washington.
Ross sostuvo que el Congreso de su país fue lento en dos frentes: en confirmar al encargado comercial de Estados Unidos en el puesto y en pasar la notificación formal de las negociaciones, con lo que comenzarían a correr 90 días para dar luz verde a las mismas, un inicio que ocurrirá a mediados de agosto.
Ildefonso Guajardo, secretario de Economía, consideró que por las mismas razones aducidas por Ross, la renegociación del TLCAN debiera concluir en diciembre de 2017.
«Los incentivos dado el año electoral en México y Estados Unidos están alineados para que intentemos concluir al final de este año», dijo Guajardo.
Para hacer un proceso relativamente menos complicado y rápido en las negociaciones comerciales internacionales, en Estados Unidos se creó la ley conocida como la Autoridad de Promoción Comercial (TPA, por su sigla en inglés), la cual establece plazos y procedimientos específicos.
La TPA, también conocida como fast track (vía rápida), es otorgada por el Congreso de Estados Unidos al Ejecutivo de ese país para llevar a cabo negociaciones comerciales, y presentar los acuerdos firmados al Legislativo, para que éste los ratifique o desapruebe, sin modificar su contenido.
Sin ella, las posibilidades de éxito de cualquier negociación disminuyen seriamente ya que la administración en curso no puede garantizar que los resultados de la negociación serán aprobados por el legislativo en sus términos.