La Unión Europea se comprometió a comprar más soya estadounidense del volumen normal de las condiciones de mercado, afirmó el lunes el secretario estadounidense de Agricultura, Sonny Perdue.

«Ciertamente, desde una perspectiva comercial, es comprensible que con la diferencia de precios entre la soya de Estados Unidos y la soya brasileña, Europa y otros probablemente comprarían más productos de Estados Unidos», dijo Perduew, en una conferencia de prensa.

«Pero también creo que hubo un compromiso para mejorar eso, incluso más de lo que tal vez se habrían precipitado las transacciones normales del mercado», añadió.

Entre las medidas de represalia que China adoptó contra Estados Unidos, destaca el arancel de 25% a la soya.

En 2017, las exportaciones estadounidenses de soya a China representaron más de 12,000 millones de dólares, aproximadamente 63% de todas las exportaciones agrícolas estadounidenses a esa nación asiática.

La soya ha representado la mayoría de las exportaciones agrícolas de Estados Unidos a China desde 2008. En el año pasado, las ventas externas estadounidenses de este producto al mercado chino representaron casi 9% de todas las exportaciones agrícolas de Estados Unidos al mundo.

China es el mayor importador mundial de soya (en 2016 representó 63% de todas las importaciones de soja en el mundo), lo que dificultaría la transición de las empresas estadounidenses a otros mercados.

Dado el valor de las exportaciones estadounidenses de soja a China, los aranceles chinos impondrían grandes costos a los agricultores estadounidenses.

El Gobierno de Donald Trump ha anunciado que destinará miles de millones de dólares a agricultores que se vean afectados por los aranceles que el mismo Mandatario ha impuesto, en medio de numerosas disputas comerciales con otros países.

Perdue declaró que el plan busca compensar por mercados desestabilizados a raíz de las represalias aplicadas por los demás países ante los aranceles que el Presidente ha aplicado a las importaciones.

Fuentes de esa dependencia aseguraron que el plan no requiere de aprobación del Congreso sino que consistirá en pagos directos a los agricultores, la adquisición de alimentos sobrantes y medidas de promoción para crear nuevos mercados de exportación.