La Unión Europea (UE) instó a Estados Unidos a no alentar una posible guerra comercial mundial y, por el contrario, a reactivar las negociaciones para concluir la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por su sigla en inglés), un tratado de libre comercio entre ambos.

El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, exhortó este miércoles a Trump a «hacer comercio, no la guerra».

Trump impuso la semana pasada aranceles globales a las importaciones estadounidenses de acero y aluminio, lo que originó la réplica de la Unión Europea de que el bloque impondría aranceles a productos estadounidenses, como pantalones de mezclilla, whisky y motocicletas, y la contra-réplica de Trump de que a esas represalias contestaría con aranceles a los autos europeos.

«Cuando el Presidente se queja de demasiados aranceles entre la Unión Europea y Estados Unidos, lo puedo entender. Nosotros tampoco estamos contentos», dijo Tusk, quien encabeza las cumbres de los líderes de la UE, en una conferencia de prensa en Helsinki.

«Esa es la razón por la cual hace unos años empezamos negociaciones comerciales con Estados Unidos. Ahora debemos volver a esas conversaciones. Hagamos comercio, no la guerra, señor Presidente», agregó.

Las negociaciones de la TTIP fueron suspendidas por Trump, luego de que Estados Unidos y la Unión Europea visualizan ese pacto como un tratado comercial integral y de alto estándar.

Ambas partes buscaban, entre otras cosas, aumentar el acceso transatlántico a los mercados mediante la eliminación de barreras al comercio y la inversión en bienes y servicios, y una mayor cooperación regulatoria.

También pretendían utilizar los compromisos eventuales de TTIP en la escena global: avanzar en la liberalización del comercio; establecer reglas y estándares, y abordar los desafíos asociados con los mercados emergentes

«Esta no es una disputa entre Europa y Estados Unidos como tal», dijo el vicepresidente de la comisión, Jyrki Katainen, al Parlamento Europeo, de acuerdo con la agencia Reuters. Él agregó que las empresas y ambos partidos del Congreso estadounidense compartían la visión de la Unión Europea en un comercio guiado por reglas internacionales.

En el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC), la Unión Europea, Japón y Estados Unidos presentaron un documento de seguimiento sobre el problema del exceso de capacidad en determinados sectores, entre ellos el acero y el aluminio.

En este documento se describe con mayor detalle la función de las subvenciones en la creación de un exceso de capacidad y se debaten las opciones para abordar esta cuestión en la OMC.

También hicieron un llamamiento a la transparencia y la acción colectiva para hacer frente a los subsidios perjudiciales.