Las comunidades en las que ocurre la violencia armada sufren pérdidas económicas significativas, destacó la empresa ShotSpotter, con sede en Fremont, California, Estados Unidos.
Un informe de 2017 del Urban Institute, que estudió el efecto de la violencia con armas de fuego en Minneapolis, Minnesota, Oakland, California y Washington, D.C., señaló que el riesgo percibido de la violencia armada impuso graves daños sociales, psicológicos y monetarios en las comunidades, incluidos menos puestos de trabajo y menor vitalidad económica.
El estudio concluyó:
- En Minneapolis, cada homicidio adicional con armas de fuego en un año determinado se correlacionó estadísticamente con 80 empleos menos.
- Cada homicidio adicional con armas de fuego en Oakland en un año determinado se asoció estadísticamente con cinco oportunidades laborales menos en empresas contratistas en el próximo año.
- En Washington, D.C., cada homicidio adicional con armas de fuego en un año determinado se asoció estadísticamente con dos establecimientos minoristas y de servicios menos el año siguiente.
Además, varios estudios han sugerido que el valor de las propiedades está inversamente correlacionado con los delitos violentos.
Por ejemplo, el Center for American Progress realizó un estudio de los cambios en los incidentes de homicidio y los precios de la vivienda en Boston, Seattle, Chicago, Filadelfia y Milwaukee, y encontró que una reducción en un año dado de un homicidio en un código postal causó 1.5% de aumento en el valor de la vivienda en ese mismo código postal el año siguiente.
Violencia armada
ShotSpotter indicó también que la mayoría de los disparos urbanos no se denuncian.
Un informe de 2016 publicado por The Brookings Institute que analiza los datos recopilados de ShotSpotter Respond y los clientes de ShotSpotter sugiere que aproximadamente 80% de los disparos detectados por la solución de seguridad pública de esta empresa no son informados al 911 por los residentes.
Incluso en los casos en que se realizan llamadas al 911, la información proporcionada por la persona que llama a menudo está incompleta o es inexacta en cuanto a la hora y el lugar del disparo.
Además, en muchos casos, a menudo es difícil para la persona que llama autenticar el incidente como disparos.
ShotSpotter cree que en las comunidades plagadas de violencia con armas de fuego, a menudo hay una falta de confianza entre los residentes de la comunidad y su fuerza policial, lo que puede exacerbar el subregistro de disparos y crear un círculo vicioso de subregistro, falta de respuesta y mayor desconfianza debido a la continua violencia armada no abordada en la comunidad.
Cuando los disparos no se informan o se informan de manera incorrecta, las fuerzas del orden público y el personal médico no pueden abordar las lesiones ni investigar y resolver de manera efectiva los delitos relacionados o prevenir futuros incidentes.