El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) ayudó a incrementar las capacidades de fabricación de vehículos eléctricos en Estados Unidos, destacó el Consejo Estadounidense de Política Automotriz (AAPC, por su sigla en inglés).
Este posicionamiento lo hizo el AAPC en una carta enviada a la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR).
Hasta el tercer trimestre de 2023, algunos informes estiman que las inversiones en vehículos eléctricos (VE) alcanzan aproximadamente 41,000 millones de dólares. De esta cifra, 35,000 millones de dólares se destinan a baterías y celdas para VE, mientras que 6,000 millones de dólares se dirigen a instalaciones de fabricación de vehículos de cero emisiones. Además, se proyecta que estas inversiones generen cerca de 180,000 empleos.
La AAPC representa los intereses comunes en política pública de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), Ford Motor Company y General Motors Company.
Capacidades de fabricación de vehículos eléctricos
Las políticas del gobierno de Estados Unidos han dirigido la mayoría de las nuevas inversiones en capacidad de producción de baterías de América del Norte hacia Estados Unidos. Solo una parte de estas inversiones se destina a proyectos en Canadá o México. Además, aproximadamente el 90% de la inversión en capacidad de producción de baterías (medida en gigavatios hora por año) se llevará a cabo en Estados Unidos.
Para las empresas miembros del American Automotive Policy Council (AAPC), existen dos razones principales que explican la importancia del T-MEC. Primero, el T-MEC facilita una integración profunda del sector automotriz de Estados Unidos, lo cual fortalece la competitividad nacional, regional y global de los fabricantes de automóviles estadounidenses y del sector automotriz en general.
Segundo, el T-MEC ofrece un mayor nivel de estabilidad, previsibilidad y confiabilidad a la industria automotriz de Estados Unidos y América del Norte. Esta estabilidad resulta crítica, debido a la alta inversión de capital y las largas cadenas de suministro propias de la industria automotriz.
En cuanto a las inversiones, el capital destinado a Estados Unidos ha crecido notablemente desde la firma del T-MEC, especialmente en plantas de baterías y ensamblaje de vehículos eléctricos. Aunque parte de este crecimiento responde a la recuperación económica tras la pandemia de Covid-19 y a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de 2022, el papel de las reglas de origen automotrices del T-MEC también ha sido clave en este avance.