Las inversiones en semiconductores anunciadas en los últimos dos años en Estados Unidos suman más de 300,000 millones de dólares, de acuerdo con información de la Casa Blanca.
Ante todo, el gobierno estadounidense afirma que la Ley CHIPS y de Ciencia, que el presidente Joe Biden firmó en agosto de 2022, garantizará que Estados Unidos vuelva a ser líder mundial en el desarrollo y la fabricación de los semiconductores que hacen funcionar todo, desde coches hasta frigoríficos y teléfonos inteligentes.
Estados Unidos inventó estos chips y su gobierno considera que planea que su la economía estadounidense no vuelva a depender tanto de los fabricantes de chips extranjeros.
Ya las empresas privadas han anunciado más de 300,000 millones de dólares en nuevas inversiones en la fabricación estadounidense en los últimos dos años, muchas de ellas gracias a esta ley, creando decenas de miles de puestos de trabajo del futuro en todos los rincones del país.
En este sentido, Estados Unidos, sus aliados y sus socios están adoptando medidas para profundizar las inversiones en las industrias críticas de las economías de los demás como forma de reducir la dependencia de otros países que han tenido un papel preponderante en estas industrias, especialmente China.
Por ejemplo, Estados Unidos, sus aliados y sus socios se están coordinando para aumentar su capacidad colectiva de producción de semiconductores.
Inversiones en semiconductores
Como parte de la Ley CHIPS y de Ciencia de Estados Unidos, el Departamento de Estado gestionará el Fondo Internacional de Seguridad e Innovación Tecnológica, que promoverá el desarrollo de inversiones complementarias y seguras en la cadena de suministro en socios clave para fortalecer y apoyar la industria estadounidense de semiconductores.
Del mismo modo, los esfuerzos coordinados para catalizar la inversión en infraestructuras en los países emergentes y en desarrollo a través de la Asociación para la Infraestructura y la Inversión Globales -en particular para apoyar la economía digital y la transición a la energía verde- ayudarán a reducir la incertidumbre, fortalecer las cadenas de suministro seguras, crear nuevas oportunidades para las empresas y los trabajadores, e impulsar el crecimiento económico general.
Desde la perspectiva de la Casa Blanca, la mayor claridad política resultante de este tipo de compromisos y la experiencia compartida de las limitaciones de suministro durante la pandemia pueden catalizar aún más la inversión mutua, profundizando así la relación inversora de Estados Unidos con sus aliados y socios clave.
