Debido a los positivos datos en la implantación de los modelos de factura electrónica en Brasil, México y Chile, varios gobiernos latinoamericanos han visto con buenos ojos el unirse a este movimiento internacional a lo largo de los últimos cinco años, de acuerdo con un estudio de Grupo Seres.
Perú, Ecuador, Argentina, Uruguay y Guatemala son ejemplos de esta nueva oleada hacia la masificación de la factura electrónica, cuyo objetivo suele estar relacionado con los mecanismos para la recaudación fiscal y la contabilidad pública.
La experiencia de los países donde se lleva años utilizando la factura electrónica ha demostrado que su uso aporta importantes ventajas y beneficios a las empresas que la utilizan, como la reducción de costes, la mejora de la gestión del negocio, de los pagos y los cobros, y la posibilidad de acceder a nuevas fuentes de financiación.
Por ello, países como Colombia, Bolivia, Honduras y Costa Rica están basándose en los modelos de la región latinoamericana para masificar el uso de la factura electrónica e implementar sus propios sistemas de facturación.
Seres, perteneciente al Groupe La Poste, es una empresa internacional pionera, especialista en soluciones de intercambio electrónico seguro de documentos y actúa como tercero de confianza.
La factura electrónica es un documento equivalente a la factura en papel que soporta transacciones de venta bienes y/o prestación de servicios y que operativamente tiene lugar a través de sistemas computacionales y/o soluciones informáticas permitiendo el cumplimiento de las características y condiciones en relación con la expedición, recibo, rechazo y conservación.
La factura electrónica es un elemento esencial en la transformación digital de los países. La masificación de su uso en Latinoamérica es un movimiento internacional impulsado desde hace tiempo por los gobiernos de la región y que cada vez tiene más fuerza. De hecho, hay numerosos países en los que el uso de la factura en su formato digital es obligatorio.