Japón, México y Canadá se ubicaron como los principales exportadores de autos al mercado de Estados Unidos en el primer trimestre de 2020, de acuerdo con datos de la Oficina del Censo.
De enero a marzo del año en curso, el mercado estadounidense importó autos por un valor de 39,037 millones de dólares, una caída de 10.7% interanual.
Japón embarcó autos por un valor de 8,668 millones de dólares a ese destino, seguido por México (8,615 millones) y Canadá (8,015 millones).
En forma subsecuente, quedaron Corea del Sur, Alemania, Reino Unido, Suecia, Italia, China y Austria.
Los consumidores estadounidenses compraron 17 millones 480,000 vehículos ligeros en 2019, una disminución de 10.7%, a tasa anual.
En general, las ventas de automóviles en Estados Unidos han oscilado alrededor de los 17 millones de unidades desde hace varios años, con el máximo histórico alcanzado en 2016, cuando la cifra alcanzó 17 millones 866,000 unidades, según datos de Organización Internacional de Fabricantes de Vehículos (OICA, por su sigla en inglés).
De hecho, una recesión cíclica comenzó en 2016 cuando la Reserva Federal comenzó un ciclo de ajuste de tasas que duró hasta 2018. Un estímulo fiscal sin precedentes a través de la Ley de Reducción de Impuestos y Empleos de 2017 impulsó temporalmente las ventas de automóviles de 2018 antes de desaparecer nuevamente.
Otros exportadores de autos al mercado estadounidense fueron Tailandia, Brasil, Sudáfrica y Taiwán.
En el primer trimestre de 2020, Estados Unidos exportó autos por un valor de 12,610 millones de dólares, un retroceso de 2.4% interanual.
Exportadores de autos
La industria automotriz ha sido tradicionalmente uno de los mayores empleadores en los Estados Unidos y, por lo tanto, la recuperación de la industria ha sido un gran contribuyente al aumento del empleo y la recuperación económica general de los Estados Unidos.
Varios factores, como la productividad y un clima favorable para la inversión, hacen de los Estados Unidos una base lógica de exportación para los fabricantes de vehículos, incluso cuando Estados Unidos enfrenta una mayor competencia para atraer a fabricantes de países como México.