Alemania, Japón, Estados Unidos, México y Reino Unido se colocaron entre los 10 mayores exportadores de autos del mundo, en orden descendiente, en 2018.
Luego quedaron Canadá, Corea del Sur, España, Bélgica y Francia.
Con ventas externas por 155,000 millones de dólares, Alemania lidera esta clasificación, superando ampliamente a Japón, cuyas exportaciones fueron por 99,000 millones de dólares.
Por su parte, China exportó autos por un valor de 7,000 millones de dólares en el 2018.
Sin embargo, China continúa siendo el mercado de vehículos más grande del mundo y el gobierno chino espera que la producción de automóviles alcance los 30 millones de unidades en 2020 y 35 millones en 2025.
Según la Asociación China de Fabricantes de Automóviles, se vendieron más de 27 millones de vehículos en 2018. Esto incluyó 23.79 millones de vehículos de pasajeros. El volumen representó un 4.08% menos que en 2017. También comprendió 4.38 millones de vehículos comerciales, un aumento del 5.05 por ciento.
La disminución en las ventas de vehículos de pasajeros es la primera disminución anual en al menos 20 años.
Exportadores de autos
Las tensiones comerciales entre China y los Estados Unidos no solo están afectando el comercio exterior de ambos países. También lo hizo en el de otras economías. Especialmente en dos de las tres grandes “fábricas” mundiales: Europa y Asia, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
En la primera, las exportaciones siderúrgicas, de productos metálicos, maquinaria y equipos y de las industrias automotriz y química han tenido fuertes caídas durante el primer semestre de 2019. Alemania, Austria, Chequia, España, Hungría, Italia y Polonia, entre otros países, sufrieron caídas simultáneas de sus exportaciones e importaciones en ese período.
Ello refleja la dinámica de las cadenas de valor, ya que -por ejemplo- la caída de las exportaciones automotrices de Alemania arrastra los envíos de los países de Europa Central y Oriental que la abastecen de autopartes y componentes.
Además se observa una fuerte desaceleración del comercio en varias economías de la denominada “fábrica Asia”. Estas sufren el efecto del estancamiento de las exportaciones de China y la consiguiente desaceleración de sus importaciones de insumos.
La desaceleración de las importaciones de bienes de China, los Estados Unidos y la Unión Europea entre enero de 2018 y junio de 2019 se ha concentrado sobre todo en las categorías de bienes intermedios y de capital. Dado que se trata de dos categorías estrechamente vinculadas con el comportamiento de la inversión, esta tendencia podría tener un impacto negativo en el crecimiento mundial más allá de 2019.
En contraste, las compras de bienes de consumo muestran una mayor resiliencia y estarían siendo menos afectadas hasta ahora por los efectos de las tensiones comerciales.
