Los automóviles tipo turismo encabezaron la lista de los productos que México más exportó a Estados Unidos en 2018.

En orden descendiente, los otros productos más exportados por México a su vecino del norte fueron: máquinas para el procesamiento de datos, partes y accesorios para vehículos, vehículos para el transporte de mercancías, aparatos electrónicos de telefonía y telegrafía, conductores aislados para electricidad, televisores, tractores, aparatos de medicina o veterinaria y asientos y sus partes.

De acuerdo con la aseguradora de crédito francesa Coface, el crecimiento de la economía estadounidense se desacelerará en 2019, reflejando la inversión empresarial, que se espera que sea considerablemente menos vibrante después tener impulso en 2018 por las reformas fiscales del presidente Donald Trump (reducción de impuestos corporativos del 35 al ​​21%).

Además, los márgenes de ganancias empresariales seguirán afectados por el aumento de los costos de los insumos en relación con los derechos de aduana impuestos a una amplia gama de productos, incluyendo acero y aluminio.

También el crédito será más costoso debido a la continua restricción de la política monetaria, ya que la FED planea elevar su tasa de interés clave en 2019, luego de subirla de 1.5 a 2.5% en 2018.

Mayor demanda

A pesar de estos vientos en contra, el consumo de los hogares debería mostrar resiliencia, gracias a la continua disminución de la tasa de desempleo (3.7% en octubre de 2018, la más baja en cinco décadas) y la significativa aceleración en salarios reales.

A medida que aumenta el gasto militar en 2019 (80,000 millones de dólares de aumento, o 0.4% del PIB), el consumo público contribuirá más al crecimiento.

Por el contrario, el entorno empresarial será mucho menos favorable (desaceleración en las principales economías asociadas, represalias proteccionistas de esos mismos socios).

A pesar de la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC, o TLCAN renegociado), las exportaciones, que se han vuelto menos competitivas debido a la presión al alza en el dólar causada por el ajuste monetario de la FED, se reducirán significativamente.

A medida que las importaciones se desaceleran más lentamente, a pesar de las medidas proteccionistas, debido al consumo doméstico resistente, el comercio exterior pesará más en el crecimiento.