Estados Unidos, China, Alemania, Países Bajos y Japón fueron los principales importadores de productos del mundo en 2022 según datos de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Así registraron sus respectivos montos: Estados Unidos (3 billones 376,000 millones de dólares), China (2 billones 716,000 millones), Alemania (1 billón 571,000 millones), Países Bajos (899,000 millones) y Japón (897,000 millones).
A tasas interanuales, su variación porcentual fue de la siguiente forma: Estados Unidos (+15%), China (+1%), Alemania (+1%), Países Bajos (+19%) y Japón (+17 por ciento).
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), un deterioro más amplio del entorno geopolítico exacerbaría aún más las tensiones comerciales y las interrupciones del suministro a nivel mundial, en el contexto de unas restricciones comerciales que ya están aumentando.
Esto podría dar lugar a la fragmentación del comercio, por ejemplo, mediante la creación de nuevos bloques comerciales basados en el “friendshoring”, interrupciones de las cadenas de valor mundiales establecidas y una reorganización del sistema monetario internacional con implicaciones para la composición de los activos de reserva, los sistemas de pagos y los tipos de cambio.
Principales importadores
El FMI considera que la necesidad de adaptarse a los nuevos bloques comerciales añadiría tensión a unas cadenas de suministro ya de por sí sometidas a tensiones.
Aunque un sistema comercial más fragmentado podría aumentar o disminuir los equilibrios mundiales, dependiendo de la reconfiguración exacta de los bloques comerciales, erosionaría inequívocamente las ganancias de bienestar derivadas de la globalización, reduciría las transferencias de tecnología y disminuiría el potencial de crecimiento impulsado por las exportaciones en los países de renta baja.
Se prevé que el superávit por cuenta corriente de las economías avanzadas con superávit se reduzca en porcentaje del PIB en 2022 de forma generalizada.
En Alemania, la disminución prevista del superávit en 1.3 puntos porcentuales del PIB está impulsada por un aumento del coste de las importaciones de energía y un colapso de las exportaciones a Rusia derivado de las sanciones relacionadas con la guerra de Ucrania.
En Japón, la reducción prevista del superávit por cuenta corriente en un punto porcentual se debe al aumento de los costes de la energía.
Sin embargo, se prevé que el déficit por cuenta corriente de Estados Unidos se mantenga elevado, en 3.7% del PIB, y que la disminución del ahorro público se vea contrarrestada por un descenso del ahorro privado y un aumento de la inversión.
También el FMI prevé que el superávit por cuenta corriente de China disminuya en 0.4 puntos porcentuales del PIB hasta 1.4% del PIB en 2022, impulsado por un aumento de la inversión.