Los aranceles de represalia de México a Estados Unidos equivalen a un cobro de aduana de 644 millones de dólares anuales.

Las represalias fijadas por México equivalen al 25% de las importaciones mexicanas de los artículos de acero abarcados por la Sección 232 (estas compras suman 2,494 millones de dólares según estadísticas de Estados Unidos) y al 10% de las importaciones mexicanas de los artículos de aluminio (por un valor de 262 millones de dólares).

Estados Unidos anunció el 8 de marzo que fijaría aranceles globales de 25% a las importaciones de acero y de 10% a las de aluminio, argumentando preocupaciones de seguridad nacional, y otorgó a 34 países exenciones, las cuales mantuvo a cambio de límites a través de cupos para los casos de Brasil, Argentina, Corea del Sur y Australia, mientras las extendió sólo hasta el 1 de junio para México, Canadá y las 28 naciones de la Unión Europea. Inicialmente, estas tarifas entraron en vigor el 23 de marzo.

El daño que le causará Estados Unidos a México por esta medida asciende a 649.7 millones de dólares.

México incluyó en su lista de aranceles de represalia a 71 productos de Estados Unidos con aranceles que van de 7 a 25 por ciento. El arancel promedio es de 23 por ciento. Del total, 50 son productos de acero o hierro, a los cuales se les impuso un arancel de 25% sobre el valor de su importación.

En 2017, las importaciones estadounidenses de productos de acero y aluminio cubiertos por las tarifas de la Sección 232 ascendieron a 29,000 millones y 17,400 millones de dólares, respectivamente. Durante la última década, las importaciones de acero, por valor, han fluctuado significativamente, mientras que las importaciones de aluminio han aumentado constantemente.

En el Diario Oficial de la Federación (DOF) se publicaron este martes la lista de los productos a los que se modificaron los aranceles para Estados Unidos, y se detalló que el presente decreto entrará en vigor el día de su publicación.