Los aranceles recíprocos de Estados Unidos que anticipó el presidente Donald Trump los llevó a una realidad este jueves al presentar su plan al respecto.
“He decidido, por el principio de equidad, que voy a cobrar un arancel recíproco”, declaró Trump en la Oficina Oval. “Es justo para todos. Ningún otro país se puede quejar”.
Aranceles recíprocos de Estados Unidos
El 1 de febrero, Trump anunció un arancel universal de 25% a las importaciones estadounidenses de productos. En particular ordenó una tarifa de 10% a las importaciones de productos energéticos desde Canadá. Para ello, se basó en la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional. Sin embargo, los aranceles se suspendieron para México y Canadá hasta el 4 de marzo.
Por su parte, el gobierno canadiense reaccionó de inmediato. Primero, anunció aranceles del 25% sobre importaciones estadounidenses valoradas en 30,000 millones de dólares canadienses (aproximadamente 22,000 millones de dólares). Luego, presentó planes para ampliar los aranceles a productos estadounidenses por 125,000 millones de dólares canadienses (aproximadamente 92.000 millones de dólares).
El secretario de Economía de México, Marcelo Ebrard, informó que se reunirá la próxima semana con sus contrapartes de Estados Unidos: el secretario de Comercio, Howard Lutnick, y el titular de la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR), Jamieson Greer.
Luego, el 10 y 11 de febrero, Trump emitió proclamas que eliminan todas las exenciones de los aranceles al acero y al aluminio en virtud de la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962, incluso para México y Canadá.
Como resultado, México y Canadá podrían enfrentar aranceles de 25% sobre sus importaciones de acero y aluminio a Estados Unidos a partir del 12 de marzo de 2025, posiblemente además del arancel de 25% que programa imponer Trump.
Acuerdos comerciales
En su audiencia de confirmación ante el Comité de Finanzas del Senado, Jamieson Greer destacó las prioridades comerciales de la administración Trump. Según el candidato a representante comercial de Estados Unidos, el gobierno enfocará sus esfuerzos en acuerdos «recíprocos» con países que mantienen superávits comerciales. Además, analizará las prácticas comerciales desleales y las causas de los desequilibrios que afectan al mercado estadounidense.