Los bajos salarios de México permiten la existencia de ciertos salarios altos en Estados Unidos que se benefician de la producción mexicana competitiva para producir bienes y servicios en el territorio estadounidense, concluyó un análisis de Scotiabank.

El banco planteó que la producción verticalmente integrada garantiza que los trabajadores del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se complementen y no compitan entre sí.

“Aunque los salarios mexicanos promedio son sólo el 15% de los pagados en Estados Unidos, los trabajadores mexicanos generalmente ocupan partes menos calificadas de los procesos de producción, mientras que los trabajadores canadienses y estadounidenses se centran en segmentos de mayor valor agregado”, dijo Scotiabank.

“Esta especialización y desviación de empleos de bajo salario a México probablemente ha mantenido algunos empleos manufactureros de mayor valor en América del Norte, que de otro modo habrían emigrado a otras economías de bajo costo en otros continentes”, agregó.

A pesar de los salarios mucho más altos, Estados Unidos ha mantenido ampliamente su posición competitiva respecto a México desde la llegada del TLCAN.

En los primeros años de este tratado, la crisis de México en 1994-1995 redujo drásticamente los salarios y propició que los costos unitarios de mano de obra se desplomaron.

“Desde entonces, Estados Unidos ha utilizado hábilmente la tecnología y las mejores prácticas para elevar la productividad y reducir los costos laborales relativos a pesar de que los salarios en México son seis veces más altos”, dijo

La depreciación del peso mexicano desde 2015 sólo ha revertido recientemente esta tendencia. Sin embargo, una encuesta de CEO’s globales clasificó a Estados Unidos como la segunda economía más competitiva del mundo detrás de China.