Los certificados de energía limpia (CEL) son títulos expedidos por la CRE que garantizan que cierta cantidad de energía es producida a partir de fuentes de energía limpia.
Los CEL se otorgan a las plantas generadoras por cada megavatio-hora (MWh) que producen utilizando fuentes de energía limpia.
Las empresas que venden la electricidad a los usuarios básicos, para comprobar que la energía que están vendiendo es limpia, tienen que adquirir CEL en el mercado eléctrico mayorista (MEM), por el porcentaje de energía limpia que vendan.
De acuerdo con la Ley de la Industria Eléctrica, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) otorga CEL a las plantas que empezaron a operar a partir de 2014 (todas privadas); y las plantas de la CFE que operaban en 2014 y que cumplían con un requisito mínimo de inversión para aumentar su producción con fuentes de energía limpia.
Un informe de la Organización Mundial de Comercio (OMC) indica que en 2014 ninguna de las plantas que operaba la CFE cumplía con este requisito.
No obstante, desde 2019 la CRE empezó a otorgar CEL a todas las plantas que producen energía limpia, sin tener en cuenta ningún requisito, lo cual beneficia a las plantas de la CFE que no calificaron en 2014.
Un porcentaje mínimo de la electricidad que las empresas venden a los usuarios básicos debe ser producida con fuentes de energía limpia; en 2022, este requisito es de 13.9 por ciento.
Al igual que en 2017, la CFE es la única empresa que le vende electricidad a los usuarios básicos.
Certificados de energía limpia
Para probar que cumple con este requisito mínimo, la CFE debe comprar un número de CEL equivalente al 13,9% de la energía vendida.
Si la CFE no cumple el requisito, la CRE la puede multar.
Los CEL se vendían en el MEM hasta 2018 por medio de subastas o de contratos. Pero las subastas se suspendieron en 2018, y desde entonces las ventas se realizan solo por medio de contratos, a un precio acordado. Según la OMC, esto resultó en un aumento de los precios.
Sin embargo, desde 2019, al otorgarse los CEL a todas las plantas que generan energía limpia, la oferta de CEL aumentó y en principio el precio bajó.
Si bien esto le permite a la CFE comprar CEL a un menor costo, esto podría desincentivar la inversión privada en plantas de energía limpia.